Cristina Otero a través de sus ojos

Todas las historias de amor empiezan con una mirada, si lo sabré yo… La que os cuento hoy fue en una estación de tren, probablemente a una hora indeseable de la mañana. La vi a ella, mirándome fijamente con unos ojos tan penetrantes que ya no pude apartarle la mirada desde entonces. Mañana tras mañana la miraba, preguntándome qué ocultaría tras esos ojos, tras ese anuncio de Comfersa. Lo supe años después, cuando me crucé con su mirada en otra fotografía. Estaba segura de que era ella.

Juntos hemos visto a jóvenes prodigios de todas las edades y lugares, pero esta es un poquito más especial porque es de nacionalidad española. Descubrió su interés por la fotografía a los 13 años y quizás la conozcáis sin saberlo. Su rostro ha recorrido mucho mundo, muchos blogs, exposiciones, anuncios, y no podía faltar en nuestra plataforma de arte. Es un placer presentaros, o recordaros, a la gallega Cristina Otero.

 

Cristina Otero Autorretrato

Marceline’s Death, Cristina Otero

 

Nació en el año 1995 en Pontevedra (podéis echar cuentas de su edad, que no os la vais a creer cuando veáis las imágenes). Actualmente reside en Madrid y ya son más de 99 mil personas las que la siguen en sus redes sociales.

El momento en que la fotografía o el arte llega a la vida de una persona puede ser muy dispar en función de cada uno. El de Cristina fue por casualidad mientras veía America’s Next Model, quedando prendada del uso del maquillaje, el estilismo, las poses e incluso la iluminación. Autodidacta e imparable, a sus quince años ya protagonizaba una exposición en solitario en la Kir Royal Gallery situada en Valencia. Ha sido protagonista de múltiples ponencias y portadas de revista, como la de Arte Fotográfico.

 

Cristina Otero Autorretrato

The Lenient, Cristina Otero

 

Su interés por el cuerpo humano la llevó a especializarse en el retrato, concretamente fotografiándose a sí misma, como si de un espejo se tratara. A través de los años nos muestra su versatilidad físicamente y en cuanto a técnica fotográfica: desde rostros naturales a facciones imposibles, de la luz natural a complicados sets de iluminación usados a la perfección. Lo que no ha cambiado con el tiempo es la fuerza de su mirada, que reconocería hasta el fin de los tiempos. 

Cuando parece que ya no puede mostrarnos más facetas de su rostro, siempre se saca un as de la manga, interpretando una palabra o creando una historia de la nada. Todo esto empezó como terapia para canalizar sus sentimientos, y acabó descubriéndose a sí misma y queriendo partes de ella misma que en un pasado detestaba, tal y como contó recientemente en su fanpage. También nos explica que los autorretratos le han permitido trabajar con más calma y comunicarse consigo misma, siendo así algo más íntimo y fácil.

 

Cristina Otero Autorretrato

The Voice in My Head, Cristina Otero

 

Define su obra como una mezcla entre realidad y pintura, que consigue con el procesado de sus imágenes, las cuales, en algunas ocasiones, le han llevado meses planearlas. ¿Anécdota? A veces su família se asustaba al verla salir de la habitación con ciertos atuendos, pero ya deben estar acostumbrados.

Se considera exigente y pocas veces se conforma con el resultado que obtiene, y nos brinda el siguiente consejo: “Cuesta empezar, pero no hay que echarse atrás. La clave es querer y amar lo que uno hace”. A base de constancia y mucha “prueba y error” ha llegado a cumplir su meta, cautivarnos con su mirada, aquí y alrededor del planeta.

Dejaros de fotos veraniegas a los pies y miraros al espejo. Retrataros a vosotros mismos y contad lo que os hierve por dentro, ya sabéis que “Una mirada vale más que mil palabras”. Y, si tenéis dudas, si no sabéis qué tenéis que mostrar, mirad a quien se levanta a vuestro lado cada mañana, la forma en la que os mira probablemente os diga más de vosotros mismos de lo que podríais llegar a imaginar. Quizás os dé una pista de por dónde empezar.

 

Cristina Otero Autorretrato

Fire Dancer, Cristina Otero

 

Tamara Álvarez López
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