Diego Cerero

Seguimos hablando de arte y de toda la creación que nos rodea. Hoy queremos dar a conocer el trabajo de Diego Cerero, un intenso y dedicado artista de Valverde del Camino, localidad ubicada en la provincia de Huelva. Nacido en 1987, comenzó a sentir desde muy pequeño un gran interés tanto por la pintura como por la escultura, lo que se convertiría en una forma de pensar y de entender mejor todo aquello que veía a su alrededor. De ahí que los primeros temas representados en sus neófitas obras fueran en su mayoría las figuras humanas y los animales que veía cuando acompañaba a su abuelo al campo. Con once años conoció al escultor Gregorio Bermejo, quien le ayudó, gracias a su gran experiencia, a mejorar y a conocer las posibilidades en el campo del dibujo.

 

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“Figura con vaca 3”, 2016. Óleo sobre lino, 150 x 150 cm.

 

“A medida que creces, empiezas a ver la posibilidad de hacer de lo que más te gusta para tu profesión y a enfocar tu camino académico hacia esa dirección”. Son las palabras del propio artista en referencia al momento en que advirtió de forma clara que quería dedicarse a la producción artística. Estudió Bellas Artes y el Máster en Arte: Idea y Producción en la Universidad de Sevilla, aunque reconoce que donde realmente sintió su evolución fue fuera del aula, investigando en torno a sus propios intereses, tal y como sucede con muchos artistas. Tras una etapa de seis años, regresó a su localidad natal, donde actualmente reside y tiene instalado su estudio.

La obra del joven onubense toma como protagonista principal el ser humano y todo lo que se relaciona con él, pues piensa que nada conecta de forma más directa que aquello que forma parte de nosotros mismos. En cada trabajo intenta reunir en un solo personaje circunstancias y caracteres que ve en diversos individuos, utilizando su imagen como artefacto. Por ello, se adentra en aspectos de la sociedad contemporánea, como son la cosificación del ser, la dificultad de las relaciones, lo extraño de lo cotidiano, los difíciles contornos de la propia identidad o la delgada línea entre la cordura y la locura.

 

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“Mad 2”, 2013. Óleo sobre lino, 130 x 195 cm.

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“Mad 3”, 2014. Óleo sobre lino, 130 x 195 cm.

El proceso de inicio de una obra suele darse de dos formas. A veces, es una idea la que va tomando forma y le conduce a una imagen; otras, en cambio, es una imagen con la que se encuentra la que le conduce a una idea. Partiendo de este concepto de imagen, cabe destacar que trabaja generalmente a partir de fotografías, aunque sólo como punto de partida y no durante todo el proceso, pues le interesan más las sensaciones que aporta en primera instancia una imagen que la narrativa de la misma. Cree en la capacidad del arte para transmitir algo sin necesidad de explicaciones. Quiere pintar lo que no sabe expresar con palabras.

Son muchos los procedimientos pictóricos que pueden extraerse de su producción, aunque el óleo sobre tela es la técnica de mayor expresión para Diego. Ha aprendido a conocerla al detalle, ya que hace años solía pintar más rápido, con lo que los colores se mezclaban a veces en la propia tela. Sin embargo, en la actualidad, ha aprendido a ser paciente y la velocidad ha disminuido, trabajando por capas y jugando con los tiempos de secado, dejándose llevar por las expresivas cargas de pintura para generar texturas.

 

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“Figura con peluca azul”, 2015. Óleo sobre lino, 92 x 73 cm.

 

En cuanto a la escultura, reconoce que ofrece infinitas posibilidades. El amplio abanico de materiales, su combinación y la forma en que todos ellos pueden ser trabajados es algo que le inquieta hoy en día, pues está en búsqueda de todo aquello que puede extraer de las técnicas escultóricas. Su obra más reciente bebe en mayor medida del barro y la resina de poliéster a través de moldes.

En lo referente a sus exposiciones, es importante su trayectoria junto a la Galleria Russo (Roma-Estambul). Junto a ella, el artista ha llevado su trabajo a ciudades como Parma, Catania, Roma, Bolonia Estambul, llegando a exponer junto a las obras de artistas de la talla de Giacomo Balla, Gerardo Dottori, Giorgio di Chirico, Zoran Music, Medardo Rosso o Tommaso Ottieri, entre otros. Actualmente, la galería alberga casi toda su obra y es, según nos cuenta, un apoyo fundamental para seguir creciendo cada día como artista.

 

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“Mad 8”, 2015. Óleo sobre lino, 130 x 195 cm.

 

Nos queda hablar de obras, de proyectos y de algunos de sus trabajos seriales, pero, como siempre, se nos acaba este corto espacio. Habrá que esperar a que posteriores ediciones de la revista ATELIER nos desvelen algo más de este magnífico artista. Por ahora, ahí van los links a sus espacios para que os deis un paseo artístico de los buenos y no os perdáis nada nuevo.

www.diegocerero.com
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