Fábricas de Creación: Reinventar espacios para la creatividad

En el momento actual en que el arte, sobre todo el contemporáneo, está viviendo, y a partir de las nuevas formas de creación y difusión, es normal que aparezcan nuevas fórmulas culturales y nuevos recursos. En un momento en que las galerías tradicionales están muriendo poco a poco y el público no muestra un interés claro en la cultura ni en el arte, los artistas tienen cada vez más dificultades para poder desarrollar su trabajo y encontrar lugares que se adapten a su manera de trabajar.

Actualmente, y partir de estas premisas, están apareciendo nuevas formas de exposición en lugares de lo más pintorescos, pero son estos espacios los que están apoyando a los artistas emergentes de nuestro país. Uno de estos lugares, que cada vez se está extiendo más son las antiguas fábricas; espacios donde a partir de materias primeras se creaba un producto y que alrededor de esta red se creaban muchos puestos de trabajo directos e indirectos.

En estos espacios, actualmente olvidados, en muchos casos por el cambios de hábitos, de las necesidades económicas y la globalización, se ha querido reflejar el espíritu de creación, de colaboración y de aportación de riqueza a las ciudades que tuvieron en su tiempo máximo esplendor, y es a partir de aquí donde nacen las Fábricas Culturales y de Creación.

 

Hangar Bcn Edificio Hangar, Barcelona

Hangar Bcn
Edificio Hangar, Barcelona

Estos nuevos centros de creación, ubicados en antiguas fábricas que se han rehabilitado, conforman una red de centros culturales en muchos casos autónomos.

Es habitual encontrar estos tipos de centros en las capitales europeas y todas tienen en común que pretenden fomentar la creación artística local. Son, en la mayoría de casos, multidisciplinares, y no se estancan en una sola tendencia artística; además, buscan aumentar la participación entre el público y los artistas sin olvidar nunca una exigencia de calidad y un reconocimiento del trabajo creativo. El hecho de trabajar las diferentes disciplinas artísticas que van desde la pintura, la escultura, la fotografía, la música, el teatro y no cerrarse a ningún movimiento concreto hace que convivan las diferentes disciplinas y que surjan muchas más actividades y resultados realmente enriquecedores.

En cuanto al respaldo institucional, algunas de estas fábricas tienen la ayuda de instituciones nacionales, sobre todo en el ámbito europeo. Estos centros están gestionados por el conocido como “el tercer sector”, donde encontramos asociaciones, gestión privada, etc., pero siempre a partir de una demanda y de una lógica no institucional. Y aunque tengan soporte institucional, en la mayoría de los casos buscan poder crear proyectos públicos y generar así una acción cultural más plural.

En Europa:

Para poder gestionar estos centros existen redes a nivel europeo que articulan estos espacios de cultura independientes, por ejemplo la Trans Europe Halles, que gestiona más de 56 centros de este tipo en más de 22 países diferentes. Este tipo de organizaciones proporciona una plataforma de apoyo y cooperación a todos los miembros para impulsar estas iniciativas alrededor del arte, la creatividad, la innovación, la experimentación y, sobre todo, los artistas.

Algunos de estos ejemplos a nivel europeo son el Kaapelitehdas en Helsinki (Finlandia), un actual centro cultural ubicado en una antigua fábrica de cables y productos eléctricos, que proporciona un espacio de más de 35.000 m2 para alojar una diversidad cultural y artística.

En Luxemburgo se encuentra el Kulturfabrik, establecido en un matadero de la ciudad. En un primer momento fue ocupado por un grupo de actores que lo convirtieron en un almacén y un espacio para ensayar. Fue en 1996 cuando se convirtió en un centro cultural oficial con el respaldo del financiamiento público.

 

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A la izquierda: Kaapelitehdas en Helsinki. A la derecha: Kulturfabrik en Luxemburgo

 

En España:

En nuestro país esta plataforma se llama Red Transibérica, y sus objetivos se centran en fomentar esta cooperación entre espacios culturales, apoyar las iniciativas de creación e incrementar la visibilidad de los espacios culturales independientes. Entre los muchos espacios que forman parte de esta red, hay algunos que han surgido de la base de reaprovechar antiguos espacios el cual su uso original era totalmente diferente, como por ejemplo, La Sala de Cura, en Zamora, una antigua fábrica de productos cárnicos, actualmente transformado en un espacio cultural, de creación y exposición.

En Barcelona destaca la Fabrica de creación Fabra i Coats, ubicada en un espacio emblemático dentro de la industria de la ciudad, se dedican, como equipamiento cultural, a dar apoyo a la creatividad, el talento y la innovación de la ciudad.

El edificio de Fabra i Coats, antigua fábrica de hilandería del siglo XIX, forma parte de un complejo integrado por diversas naves. La nave que ocupa la Fábrica de Creación consta de cuatro plantas y destacan las dos torres adosadas que comunican de manera vertical con los diferentes espacios.

 

Fábrica Fabra i Coats en Barcelona

Fábrica Fabra i Coats en Barcelona

Actualmente Fabra i Coats consta de 6.500 m2 dedicados a la investigación cultural, la experimentación y la creación artística en diferentes disciplinas que engloban las artes escénicas, visuales, la música y un espacio multimedia.

Otro ejemplo que quiero explicar, por una parte por la cercanía que tengo con el lugar y por otra es que debido a esa cercanía he podido conocer a artistas de gran talento, actividades y charlas que me han servido en mi formación y amigos que han podido desarrollar sus trabajos en este espacio. Se trata de Roca Umbert Fábrica de les ArtsEste centro de creación se encuentra en el antiguo espacio fabril de Roca Umbert, una fábrica textil que empezó a funcionar en 1871 y que finalmente cerró sus puertas en 1991. Se encuentra en la ciudad de Granollers (población cercana a Barcelona), y actualmente dispone de más de 20.000 m2 dedicados a la creación, la participación, la reflexión y la interacción.

Es esta convivencia entre artistas, gestores culturales, periodistas, profesionales de la cultura, la comunicación y la tecnología la que permite un intercambio de conocimiento permitiendo una interacción fácil y accesible.

 

Roca Umbert Fàbrica de les Arts

Una de las naves de la Roca Umbert Fàbrica de les Arts

Cada vez son más las ciudades que apuestan por este tipo de centros. No suponen una gran inversión porque se parte de edificios ya construidos, los cuales solo necesitan ser readaptados y rehabilitados, y al igual que todas estas fábricas, que en su día fueron un eje importante para las ciudades, la sociedad y la economía, se está buscando que actualmente vuelvan a adquirir estas funciones partiendo del campo artístico y creativo.

Es necesario que no dejen de crecer estos espacios que promueven las condiciones necesarias para crear accesos a la creación y a la cultura y, ante todo, fomentar sitios de encuentro y diálogo entre los creadores y la sociedad.

Rosa Bastos
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