Kirsty Mitchell viaja al país de las maravillas
Muchos de los artistas que conocemos utilizan su arte como medio de expresión o para canalizar sus emociones. Sin embargo, hay otros que lo usan también como método de evasión de la realidad, encerrándose en un mundo paralelo creado por ellos mismos, en el cual sólo existen el artista y su medio de expresión, en este caso, la fotografía.
Con esta premisa os introduzco a la fotógrafa británica de esta semana, Kirsty Mitchell, y su profundo viaje al país de las maravillas. Empecemos.
K. Mitchell perdió a su madre hace seis años y, tras meses sin poder levantar cabeza, a finales de junio del año 2009 decidió empezar un proyecto fotográfico de cero con la idea de crear algo salvaje y mágico a la vez, y con el color como motivo principal. Así surgió su proyecto Wonderland, un viaje maravilloso que sirvió como tributo a su madre. Una mezcla entre fotografía conceptual y de retrato que, sin que ella todavía lo supiera, duraría cinco años, acabando justo éste mismo noviembre de 2014. Wonderland se trata del camino de la autora a lo largo del luto por su madre, buscando mostrar la belleza de la naturaleza y todos los colores de las estaciones en los diferentes paisajes de Inglaterra.
Influenciada por las ilustraciones de los cuentos que solía leerle su madre y una exploración de la moda y el diseño, Mitchell imaginó cada uno de los escenarios y trajes, produciéndolos ella misma a mano, cosiendo, pegando, pintando… Es por ello que algunas de las imágenes requirieron más de cinco meses de preparación antes de la puesta en escena final.
The Ghost Swift, Kirsty Mitchell
No es de extrañar que, de repente, la fotografía empezara a tratarse más del momento, de la experiencia que llegas a compartir con otra gente, como pueden ser modelos y maquilladores, que del resultado final en sí.
Al contrario de lo que muchos habréis pensado al ver las imágenes, ninguna de ellas ha nacido después de intensas horas en Photoshop. Si echáis un vistazo a su blog (si no tenéis tiempo, por lo menos mirad los vídeos, ¡os alucinarán!), nos cuenta todo el proceso para cada una de sus creaciones y toda la historia que se esconde detrás. Merece la pena ver y leer que cada detalle es real, desde transformar un bosque primaveral en una pequeña postal invernal, hasta ir a cortar flores al lado de las vías del tren para cubrir una silla con ellas. La misma fotógrafa afirma que para ella una buena fotografía es aquella a la que tiene que dedicarle menos horas de edición, que prácticamente la pública extraída directamente de la cámara.
Os hablaría de su impecable técnica y juego de luces (que según ella han sido muchos golpes de suerte), su uso del color, de la composición… Pero salta a la vista, así que os distraeré con otra cosa.
The Guidance of Stray Souls, Kirsty Mitchell
Me pareció curiosa su historia porque probablemente la mayoría de nosotros, en nuestros momentos más duros, difícilmente pensaríamos en la cámara para afrontarlo y tirar hacia delante. Así que me interesé por la fotografía como terapia emocional, como medio de distracción de nuestros problemas, o, por el contrario, como método de superación de ellos.
Bien, pues me encontré con que Sally Mann y Helmut Newton también dedicaron una parte de su obra a momentos dolorosos, ambos con autorretratos. Y si enlazamos con autorretratos nos vamos con una fotógrafa española, Nati Martínez, que se evadió totalmente de su enfermedad gracias a la fotografía y hoy, orgullosa de ella, puede exponer su obra.
Quizás en esos momentos, en los que todo nos sobra, es cuando más deberíamos aferrarnos a nuestro arte, nuestra manera de crear, para descubrir otras facetas de la fotografía y reencontrarnos con el amor por la vida, que a veces tanta falta nos hace.
Y ahora sí, llega el momento de despedirnos, pero no puedo irme sin antes poneros aquí lo que representó para Kirsten Mitchell su última fotografía, después de otras 68 imágenes tomadas y una larga travesía recorrida: “la metáfora entre dejar atrás los años de dolor que llevaba conmigo misma, y el paso para volver nuevamente a la realidad“.
Home, Kirsty Mitchell
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