No te rindas nunca, Melania Brescia

Cuando uno se enamora, no puede salir a la calle sin pensar en ello y querer pregonarlo a los cuatro vientos. El mundo se para o gira en torno a él. Te sientes bien de la cabeza a los pies. También te vuelves más vulnerable y aparece el miedo. El miedo a perder y que no haya una revancha, a que una vida no sea suficiente, a dejar de disfrutar de los días grises, a que todo lo que nos quede sea un mero recuerdo, o una canción triste.

Cinco años atrás, para un trabajo escolar, decidí entrevistar a fotógrafos emergentes. No me costó mucho decidir, todo el mundo tiene sus flechazos en la vida. Uno de ellos fue la fotógrafa Melania Brescia, la cual, probablemente, ni se acordará. Pero yo sé que si algún día The Lighting Mind se pone a conceder deseos, me la traerán de vuelta a España para que la pueda conocer.

Melania Brescia, con la cabeza en Málaga y los pies en Estados Unidos. 23 años, bachillerato artístico y grado superior de Fotografía Artística. Así de primeras no pinta mal, ¿no? De pequeña dibujaba y dibujaba hasta que encontró el amor de su vida: la fotografía. Fue hacia el año 2008 cuando recibió entre sus brazos su primera cámara de la mano de su padre.

 

Melania Brescia

Untitled, Melania Brescia

 

Mel, hace cinco años describí tu trabajo como sinónimo de luz y delicadeza, y, al parecer, ni yo me equivoqué con la comparación, ni tú te has alejado una pizca de ella. Cada una de las fotografías que encontramos en tu obra son también una definición de cómo eres como persona y artista, una propia representación interna de lo que eras tú en cada momento. Así pues, a grandes rasgos podríamos decir que eres poeta, que eres superviviente, frágil, natural, insegura, nostálgica. Y todo lo que debes esconder dentro que todavía no has fotografiado. De hecho, me dijiste que para ti esta era la mejor parte de la fotografía, el hecho de poder decir mucho en una imagen, la posibilidad de expresar todo aquello que sientes.

Afirmaste que tu mundo giraba en torno a la fotografía, hasta el punto en que no podías andar por la calle con tus amigos sin estar pendiente de la luz y de las sombras, y empezar a imaginar cómo podría ser la siguiente fotografía, olvidándote por completo de que sólo te ibas a tomar una cerveza.

La mejor manera de aprender en el mundo del arte es observando”. Y lo he hecho, igual que el público de The Lighting Mind. Observándote a ti; a tu sutileza para cada detalle de tus fotografías, a tu versatilidad. La capacidad de saber ver todo lo que te rodea y aprovecharlo. La emoción, pasión y corazón que pones en ello.

 

NO, Melania Brescia

NO, Melania Brescia

 

Inspirada por la vida, por tu vida, y sobre todo por la luz, parte esencial en tus imágenes. Cuando te entrevisté, ni siquiera te preocupaba estudiar fotografía o no. “Eso se lleva dentro”, dijiste.

Por otro lado, también tienes gusto a la hora de escoger a tus referentes: Tim Walker, Paul de Luna, Stefania Paparelli y Théo Gosselin, entre otros. Junto a la luz, los momentos, los lugares, la música y la tristeza.

Como lección aprendida a lo largo de estos años, nos dices que el arte es sobre la interpretación, no sobre el entendimiento. Que el arte trata de sentimientos. Ah, y que no hay que seguir reglas, que cada uno, como autor, se pone las suyas.

 

Melania Brescia Fotografía

In the light, Melania Brescia

 

En una de tus entrevistas diste un consejo para los nuevos aventurados fotógrafos; y hoy quiero recordártelo yo a ti: no te rindas nunca y no te arrepientas, Mel. En Málaga, en Estados Unidos o dónde quiera que estés. Eres una de las grandes para los pequeños artistas y para los que no lo son tanto. Además, sin buscarlo, sin quererlo y sin renunciar a tus orígenes.

La fotografía, como el amor, tiene altibajos. Habrá días en los que te sentirás plena y puedes comerte el mundo, que puedes escribir el libro que nos has comentado, que conseguirás hacer la fotografía que te propongas. Otros días serán diferentes; no malos, porque siempre pueden ser peores. Estarás perdida, no sabrás por dónde empezar a arreglarte tú misma. Pero como un fénix, revivirás de tus cenizas, como ese beso después de una discusión o el fundirte entre sus brazos.

¿Y por qué he tardado tanto en hablaros de ella? Porque esperaba una ocasión especial, y así a bote pronto se me ocurre una. Que llevamos un año juntos, que se dice rápido. Así que felicidades a The Lighting Mind, a vosotros por seguir siendo un público fiel. Y a Melania Brescia por robarme, o robarnos, el corazón.

 

Melania Brescia Fotografía

Mythos, Melania Brescia

 

Tamara Álvarez López
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