Una Grecia pectinidae

Una mañana me dirigí hacia la playa más cercana y recorrí la arena. Ese día fue diferente, mi inspiración y aquel lugar a orillas del Mediterráneo me hicieron cuestionar el origen del arte griego. Miraba fijamente con meticuloso estudio los bivalvos que iba encontrando, éstos tenían formas y decoraciones que me eran familiares. Años atrás había estudiado todo aquel repertorio artístico dividido en periodos, disciplinas y autores, y, sin embargo, no me había acariciado nunca esa idea.

Recordé aquel día en que visité el MARQ por estudios en restauración arqueológica. El museo ofrecía maravillosos engobes rojos, negros y blancos de la cerámica griega trasladados desde el British Museum, sus líneas perfilaban contornos y dintornos desde una precisión esquemática. Pero lo que más me retrotrajo justo cuando examinaba aquellas retículas armónicas de conchas fue la arquitectura y los pliegues que aparecían en representación del vestuario griego.

Los griegos se habrían establecido durante milenios en pleno Mediterráneo junto con otras culturas colindantes y conocían los frutos marinos. ¿Habría influenciado una concha en su arte esquemático como para fortalecerse un estilo genuino y muy reconocido a través de la historia? Nuestros padres culturales debían responder al enigma que me hacía relacionar su gracia y su arte con dicho molusco. Para ello, debía remontarme al origen de su existencia y seguir el rumbo que tomó su arte.

 

Eschifo de figuras rojas - Rapto de Helena - Hierón y Makron 500-480 a.C -almacendeclásicas.blogspot.com - chlamys pesfelis natuurlijkmooi

Eschifo que simboliza el rapto de Helena – Hierón y Makrón 500 – 480 a.C almacendeclasicas.blogspot.com© /Chlamys pesfelis -natuurlijkmooi.net©

 

Según la arqueología contemporánea, durante la Edad del Bronce y antes de que los griegos llegasen a Grecia, hubo otros pueblos dominantes del Egeo, la civilización Minoico-Heládica establecida en Creta desde el 3000 a.C. que comercializaba con tierras extranjeras como Egipto.

Los artistas cretenses se inspiraban principalmente en la naturaleza, fauna y plantas, así como en formas decorativas derivadas. Las representaciones más utilizadas eran pulpos, lirios, algas y, en general, vida marina. Al mismo tiempo que los cretenses se extendían por islas de alrededor y continente (2000 a.C.), se produjeron dos invasiones en Grecia continental, y lo que se sabe es que un pueblo de origen indoeuropeo invadió el norte. Se dice que eran los primeros griegos y se mezclaron con otros pueblos primitivos neolíticos y de la Edad del Bronce hasta hacerse con el control del Egeo. Primero Cnossos, luego las islas, la costa de Asia Menor (etruscos), Siria, Palestina, Egipto, Lípari, Ischia y el sur de Italia. Se influenciaron de los cretenses y copiaron hasta desarrollar un arte propio; recordaba un poco a Creta pero al mismo tiempo se diferenciaba en fundamentos.

Había recelo entre las islas griegas, y durante su apogeo en Micenas fue invadida por los dorios del norte (1400-1100 a.C.). La paradoja es que si el arte griego comenzase desde los micenios que eran griegos antes de su caída y no desde un nuevo orden establecido, nos encontraríamos con que el arte micénico derivaba del cretense y no habría supuesto algo novedoso. Los micenios y los griegos compartían raza pero sus artes diferían. No hubo un cambio brusco pero sí una evolución paulatina. Debido al miedo por invasión se produjo un retroceso, a diferencia de líneas curvas y de representación naturalista de motivos vegetales y marinos propios de los minoicos y micenios. Directamente aparece un diseño geométrico con motivos lineales y posteriormente una figuración esquemática. También produjo cambios el manejo de útiles de hierro en lugar del bronce (XI-VIII a.C.).

 

ánfora minoica - jeanthobaben

Ánfora minoica – jeanthobaben©

 

Se desarrolló una civilización desde las colonias de Grecia, desde Asia Menor, islas y parte continental griega, hasta Sicilia y sur de Italia. Esta civilización griega resultante se relaciona con la nuestra por haber tomado y adaptado algunos de sus elementos. Es evidente que tuvieron que pasar por diversos períodos en los que se modificaron sus estilos artísticos, pero seguiría siendo la misma cultura (1100-100 a.C.). Esta cultura es, por tanto, la que surgió, y que, posteriormente, desde nuestra historia del arte se acuñaría el arte griego como tal. Copió elementos de Egipto, Mesopotamia y Micenas pero supo seguir adelante hasta independizarse y lograr su sello.

Mi hipótesis acerca de la pechina como elemento fundamental en el arte griego reconocido estaba debilitada tras un repaso por la arqueología de Gisela M. A. Richter. ¿Ese arte esquemático, esas columnas acanaladas y esas figuras desde el período arcaico hasta el último en su desarrollo me habrían engañado o habría alguna respuesta que aún permanecería en incógnita? Observaba con atención la praxis resultante con la que se creaban algunas estatuas procedentes de Samos durante el período arcaico y dichas líneas formales se iban haciendo paulatinamente naturalistas hasta alcanzar el período helenístico, sus ropas aparentemente plisadas no constituían un diseño sacado de una pechina, los diseños de época minoica y micénica se esquematizaron hasta ordenarse.

A pesar de que en tiempos antecesores a la Grecia clásica se influenciaban de la naturaleza, dichas estructuras formales en moluscos no aparecían tampoco como potentes. Se conocía durante el Neolítico antiguo (5000 a.C) la decoración cardial en la que se empleaba el cardium edule. También se utilizaba la pechina en épocas anteriores al bronce para afeitarse e higiene personal.

 

victoria_calimaco - latunicadeneso.wordpress.com Pecten jacobaeus - parchidelducato

Niké de Calimaco 490 a.C – latunicadeneso.wordpress.com ©/ Pecten jacobaeus – parchidelducato.it©

 

El término pechina proviene de pecten en el latín, que significa peine, siendo por tanto un término de invento trasladado por asociación formal; por ejemplo, se podría afirmar que las columnas griegas son pectiniformes porque guardan una asociación con una peineta, pero no por guardar relación con el molusco en sí, entonces ambas cosas pueden ser asociadas igualmente con la cualidad formal pecten, pero sólo y exclusivamente por eso, siendo cosas bien distintas y que obviamente el bivalvo no constituyó una clave fundamental para la conversión de un orden artístico ni tampoco jugó un papel en la moda griega, aunque debo añadir que no me resulta extraño que en la Acrópolis, frente al Partenón de Atenas (447 – 438 a.C.), se encuentre el Erecteion (421-406 a.C.) con un pórtico de cariátides en lugar de columnas jónicas únicamente, pues nada más atribuir en la caída de sus pliegues, puede percibirse cierta relación pecten que hace de un orden arquitectónico un orden de vestimenta. Si miramos atrás durante el Neolítico medio desaparecía la ornamentación cardial y aparecían incisiones, acanaladuras e impresiones con peines. Cabe destacar también que en la lista de epítetos de Pólux se mencionan los colores de los tejidos que se empleaban, y uno de los procesos naturales de los que se conocen actualmente para la obtención del color violeta era machando moluscos.

Finalmente, revisaba nuevos términos relacionados con las conchas, uno de ellos era chlamys y provenía del griego, clámide, una capa corta típica del soldado griego. Cuando me adentré en familias de moluscos, vi que había varios órdenes y que el orden pectinidae incluía la especie chlamys; así pues, una pectinidae chlamys se traduce formalmente como una capa con textura peinada. Dentro de la cultura clásica, la vieira o venera es el bivalvo que se relacionaba a la diosa Afrodita/Venus, siendo ésta símbolo del amor y la belleza. Sandro Botticelli nos deleitaba con el nacimiento de la diosa situando su figura en la valva de una vieira (pecten jacobaeus), fortaleciendo al mismo tiempo el símbolo de la vulva femenina, y también se conoce el término pecten pubis para designar la parte ósea de la pelvis femenina. En otros casos, aplicando este símbolo con otra lectura tras la traducción del logos griego al prisma cristiano, encontramos que aparece en el rito del bautismo y en los absides de algunas catedrales.

En conclusión, los griegos copiaron a culturas cercanas para luego hacerse con el estilo. He sobrestimado un estilo artístico clásico con una visión naturalista, y, como coleccionista de bivalvos, pienso que las chlamys varia son muy bonitas.

 

Arthur Adrover
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