Deberías conocer a Giampaolo Sgura
Creo que todo empezó con las revistas de moda, pero no por ésta última en concreto. Con ellas fue la primera vez que prefería los anuncios a los artículos. Eran pequeñas películas hechas en papel, a una o incluso a dos caras. Los había muy malos, de los que sólo te enseñaban un producto. Pero había otros que hacían que me levantara corriendo del sofá y fuera a decirle a mi madre “Mamá, ¡mira éste! ¡Qué pasada!”, y llegara a pensar que algún día yo también contaría mi historia a través de fotografías.
Con el inicio de la era digital nos hemos encontrado con artistas hasta debajo de las piedras, unos mejores que otros, pero para gustos, colores. Lo que ha quedado demostrado es que cada vez es más difícil destacar entre toda esta multitud, y mucho más en el mundo de la fotografía de moda. Pero no todo son aspectos negativos, ya que el fotógrafo que hoy os traigo es de los que opina que la fotografía digital nos ha facilitado muchas cosas y nos ha permitido una rapidez absoluta, como, por ejemplo, en la corrección de errores.
Hace tiempo os hablé del gran Luis Sanchis, que dejó el listón muy alto, y hoy, pensando que su obra iba a ser inimitable, me he encontrado con un bello italiano que me ha robado el corazón. Giampaolo Sgura, fotógrafo de moda que deberíais conocer.
Sgura nació en el año 1975 en una familia agricultora de Apulia (Italia). Con la idea de entrar en la industria de la moda como diseñador o estilista, pero ante la improbabilidad de entrar en este mundo, se decantó por estudiar una carrera de arquitectura en Milán. Pero, como todos nosotros, se enamoró de la fotografía y lo vio como una segunda oportunidad para dedicarse a lo que más le gustaba: la moda.
En su currículo ya podemos encontrar clientes como las grandes marcas Dolce & Gabbana, Roberto Cavalli, Mango, La Perla… Y, me aventuraría a decir, casi todas las Vogue alrededor del mundo: París, Japón, Alemania, España, Brasil, China…
Si hay algo que destaca en la personalidad de Giampaolo es su polivalencia, que consigue sobrellevarla con un estilo propio. Nos hemos encontrado de todo con él, desde editoriales de moda mostrando una divertida y sensual Pippi Långstrump perdida en los montes suecos o la recreación de retratos del Renacimiento, hasta un James Dean en tejanos Replay. Por decirlo de alguna manera, su estilo consiste en dejar la ropa en segundo término, aunque suene un poco contradictorio tratándose de moda, y contarnos una historia centrada en el fotografiado.
Además de ser versátil, el fotógrafo italiano saber cómo plasmar con excelencia los valores y características de la marcas; las que se le dan mejor, por supuesto, son las italianas. Y aparte de todo esto, su dominio de la luz y el retoque fotográfico son impolutos, así como de la composición, que según él mismo confiesa es gracias a sus estudios de arquitectura. Fotografías jóvenes, llenas de sensualidad y, a menudo, diversión. Escenografías cuidadas hasta el mínimo detalle, que nos contextualizan un poco más en la historia que el artista nos quiere contar, eso sí, siempre con un final abierto a la interpretación de cada uno.
Por lo que respecta a su metodología de trabajo, Sgura no puede preconcebir una idea previa de lo que será la imagen resultante, es de los que necesita tenerlo todo listo en la paleta para ir haciendo pinceladas aquí y allá. ¿Y qué hay de sus fuentes de inspiración? Nos encontramos a tres de los grandes: Richard Avedon, Irving Penn y Steven Meisel. Y, como buen italiano, el director de cine Federico Fellini.
Para acabar, como es habitual, algunas de las palabras del fotógrafo. En una entrevista le preguntaron qué parte de su cuerpo utilizaba a la hora de tomar fotografías, a lo que contestó: “El corazón es el responsable de la creación de la idea, pero al final son los ojos los que completan la fotografía”. Curioso que en el amor sea todo lo contrario.
Y su statement, que quizás os servirá tanto si os dedicáis a la moda como para vuestra diaria: “Never confuse Fashion with Style, and Sex with Love”.
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