Diseño y gastronomía: vitalidad en estado puro

Tal y como os prometí, este post irá dedicado a un tema totalmente diferente al de la semana anterior. Es hora de un cambio radical, por lo que esta esta vez tocará hablar de la fantástica combinación entre diseño y fotografía gastronómica. Sí, sé que dije que sería un post lleno de color y vitalidad, por lo que no espero defraudaros en ese aspecto. ¿Por qué escoger este tema? Sinceramente, adoro tanto la fotografía como el diseño, así que, ¿por qué no combinar las dos cosas en una misma imagen? Aprovechar las técnicas fotográficas y darles una vuelta gracias a los conocimientos de diseño puede ser una gran apuesta para explotar la creatividad personal y empezar a experimentar en un nuevo registro, donde son la creatividad y la imaginación los factores más relevantes.

Los conocimientos de diseño gráfico nos pueden ayudar a crear composiciones dinámicas, donde los elementos se equilibren entre sí aportando más dinamismo a la imagen y creando imágenes más divertidas. Es una manera de explotar hasta el infinito la creatividad personal y experimentar con nuevas composiciones. El uso de diferentes formas geométricas también es un aspecto que proviene del diseño gráfico y que puede ser un añadido a la hora de crear nuestras fotografías.

También podemos utilizar el conocimiento de las diferentes técnicas visuales para crear imágenes de una mayor calidad tanto artística como técnica. En el caso de la primera fotografía, observamos un equilibrio entre las diferentes formas además de que el triángulo simboliza gráficamente la fuerza. El hecho de que el triángulo mayor esté situado en el centro añade más peso a la imagen y centra la atención del espectador en esa zona en concreto. En cambio, en el segundo ejemplo podemos observar una inestabilidad gráfica, ya que la parte izquierda tiene más peso que la derecha. En este caso las formas diagonales añaden dinamismo y nos dirigen la mirada hacia el elemento distintivo, aunque sea una forma geométrica causante de incomodidad. Aunque dentro de las técnicas visuales la categorizaríamos dentro de la inestabilidad, esta imagen sigue perfectamente la regla de los tres tercios creando una armonía entre los diferentes espacios y componentes gráficos.

 

Marion Luttenberger, Statistics

Marion Luttenberger, Statistics

Weston Doty, proyecto Split

 

Otra combinación posible entre estas dos artes es utilizar nuestra fotografía original y, a partir de ella, añadir tipografía para crear una imagen totalmente diferente, obteniendo un carácter más informativo o simplemente estético. La composición es un factor muy importante, ya que se debe crear un equilibrio entre imagen y texto para que los dos aspectos tengan la misma importancia o un peso relativamente similar.

 

Ryan MacEachern, Fat intake – Sunday

Steph Baxter, proyecto Play with your Food

 

Además de la composición, tanto en el ámbito de la fotografía como en el del diseño, el uso adecuado del color es imprescindible para mostrar al espectador de una forma correcta los sentimientos y el carácter que queremos definir para nuestra pieza. Herramientas como Adobe Kuler nos permiten trabajar las tonalidades de una forma correcta explotando al máximo sus posibilidades, e incluso nos puede ayudar a crear nuestra paleta de colores personalizada.

Un tema bastante tratado dentro de este ámbito puede ser la apología hacia la carta de colores Pantone, un icono dentro del mundo de diseño que nos proporciona infinidad de posibilidades al combinar este elemento tan distintivo con el arte de la fotografía. Crear paralelismos entre elementos cotidianos asociándolos a esta famosa carta de colores mediante un texto de relevo (apoya la fotografía, nos hace entenderla mejor) puede abrirnos infinitas puertas y darnos la posibilidad de crear obras realmente creativas, expresando también la importancia del uso de los colores en nuestra vida cotidiana.

A partir de estos ejemplos seguimos visualizando nuevas técnicas visuales, como puede ser la economía en la primera fotografía, ya que se trata de una imagen estéticamente minimalista, en cuyo centro geométrico es donde está el punto de interés, o la técnica de la profusión en la segunda, donde se puede observar una mayor cantidad de elementos, aunque estén ordenados entre sí, que no siguen una línea tan simple como la primera. La disposición de los elementos en la derecha crea un equilibrio en la imagen y capta nuestra atención desde el principio, siendo estos elementos los que se ven en primer lugar y los que nos informan de la comparación entre la fotografía y las tonalidades.

 

David Schwen, proyecto Food art Pairings

Isabella Vacchi, proyecto Foodtone

Isabella Vacchi, proyecto Foodtone

 

Dicho esto, ¿a qué estáis esperando? Poned en marcha vuestras cámaras y programas de edición vectorial y empezad a crear trabajos llenos de color y vitalidad, dando rienda suelta a vuestra imaginación. No tengáis miedo de entrar en un terreno totalmente diferente a vuestro registro habitual y sumergiros por completo dentro de este colorido mundo.

Por último, no me gustaría despedirme sin dejar antes una pequeña pista: en el siguiente post nos trasladaremos por completo a otro medio totalmente diferente. Si tenéis ganas de ver qué os traeré… ¡solo tenéis que estar atentos a la web!

Anna García Serrano
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