Graffiti, parque igual a museo
En un mundo frío de personas anónimas que se cruzan a diario en la calle y no tienen nada en común, surgen como un atisbo de esperanza, a la vuelta de la esquina, el arte, el color, la magia y el espíritu del graffiti para deleitarnos, despertar nuestros sentidos, hacernos vibrar, provocarnos emociones y convertir ese mundo gris en el que vivimos en un mundo de mil matices con alma. Así es el arte urbano o street art. Que soy una enamorada del graffiti no lo puedo ocultar; lo disfruto paseando por mi ciudad, y allá donde viajo no puedo dejar de fotografiar las obras de arte que a pie de calle me embelesan.
Pero no sé nada de esos artistas urbanos. Cómo se han formado en el graffiti, qué pasa por su cabeza a la hora de pintar o cómo llegaron a pergeñar sus obras son para mí misterios. Si tú también tienes curiosidad, continúa leyendo, pues Jorge, de 29 años y nombre artístico Nego, tiene a bien hacerme unas cuantas confesiones y yo se lo agradezco.
Siempre se le ha dado bien dibujar, desde pequeño. Es licenciado en Bellas Artes, aunque a pintar con spray ha aprendido de forma autodidacta. Comenzó en el graffiti sobre el año 2000; le picó la curiosidad al ver los graffitis del barrio y pronto sus cuadernos empezaron a llenarse de letras. De la primera pieza que pintó, con los sprays más baratos pero con mucho entusiasmo, lo único que queda hoy es una foto desenfocada y mal encuadrada…
Espectacular graffiti de Nego que desde hace algún tiempo está deleitando a los viandantes que se afanan en fotografiarse junto a él (Salamanca)
Ahora triunfa con sus espectaculares graffitis en escaleras y rampas y con sus más que extraordinarios graffitis de chimpancés que no me canso de admirar. Sobre estos trabajos me cuenta un par de curiosidades, y me dice que “pintar en escaleras surge de la necesidad de salir del formato típico. Necesitaba algo más que pintar en un simple muro. Cuando hice las primeras escaleras pensé que iba a ser algo muy complicado, pero una vez allí me resultó bastante sencillo. La serie de los chimpancés surge por la expresión “pintamonas” que utiliza la gente al referirse a los graffiteros. Soy un pintamonas. Además, me encantan los monos”.
La serie de graffitis de chimpancés del artista urbano Nego destaca por su luz y su realismo y no deja indiferente a nadie (Salamanca)
Cuando hablamos de inspiración, reconoce que puede aparecer en cualquier sitio: viendo una película, paseando por la ciudad, escuchando música… Y espeta, “crisis creativa nunca, más bien crisis económica. La pintura es cara”. Para Nego, el graffiti es arte. “El graffiti aparece en los libros de historia del arte, por lo tanto el graffiti sí es arte. Aporta color, aporta emociones. Lo mismo que un cuadro pero sin la necesidad de ir a un museo”. Y aunque sea una disciplina artística que aún pueda tener algunos detractores, él es claro al respecto: “cada vez se ve más arte urbano, por lo tanto parece que va gustando más. Pero como es lógico, hay gente que no lo acaba de ver bien. Prefieren vivir en un mundo gris, nosotros solo damos un toque de color a las ciudades”.
Dentro de su obra también llama la atención la serie “graffriki”, donde pone en práctica una técnica bien distinta a las anteriores y donde presenta unos personajes archiconocidos que aún se resisten a caer en el olvido, y no lo harán si artistas como Negó son capaces de plasmarlos con simpatía. “Pretendo hacer un homenaje a varios personajes frikis de los que todos hemos dicho sus frase alguna vez. Un reconocimiento efímero, como su fama”.
Valiéndose de una técnica bien distinta a la de los chimpancés, Nego ha creado la serie “graffiki”, un guiño del arte urbano al frikismo televisivo (Salamanca)
Cuando le pregunto por su notoriedad en el panorama actual del arte urbano, se muestra humilde y cercano. “No sé el momento exacto en el que empiezo a ser reconocido, siempre he pintado y lo seguiré haciendo. Pinto por satisfacción personal, no por fama”. Tampoco sabe qué pasará en el futuro, eso nadie lo sabe, pero tiene claro que seguirá pintando como hasta ahora y que le gustaría llegar a plasmar su arte en la ciudad de Nueva York “por ser la cuna del graffiti, los orígenes”.
No os he dicho que Nego es un grafitero afincado en Salamanca y que sus increíbles trabajos se reparten por toda la capital charra, pero él no revela los lugares exactos. “No voy a decir dónde están, me gusta que la gente lo descubra y se sorprenda”, dice. Y aunque me ha hablado de todo sin tapujos, sobre esto no suelta prenda. ¡Estos artistas!
Maneja varias disciplinas además del graffiti; a saber, pintura plástica, acrílicos, dibujo con carboncillo, lápices, bolígrafos, rotuladores… lo que sea, dice, aunque prefiere los sprays a los pinceles, y también se dedica al diseño gráfico. Para conocer más sobre Nego y disfrutar al completo de sus magníficos trabajos, visita su perfil en su perfil en Flickr, algo que te recomiendo vivamente si eres un/a enamorado/a del graffiti.
En definitiva, un arte callejero en auge, con verdaderos talentos en sus filas dignos de admirar y reconocer, pues sus aportes van más allá de un simple pasatiempo. Y es que Dios, en su infinita bondad, creó a los grafiteros para hacer de esas calles frías e inhóspitas verdaderas galerías de arte con acceso libre, cálida alma y colorido espíritu. ¡Divino spray!
- Diccionario para entender al diseñador gráfico - 5 abril, 2018
- Snail Mail, el correo tradicional no ha muerto - 14 noviembre, 2017
- Moda vestida de arte - 27 septiembre, 2017
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!