Hiperrealismo que eriza la piel
Impactante, pasmosa, en ocasiones perturbadora. Así es la sensación que siente una frente a la realidad cuando no es tal pero ciertamente lo parece. Para muchos, el hiperrealismo es el arte con mayúsculas. La impresionante fidelidad con la que se puede llegar a recrear una realidad teniendo en cuenta hasta el más nimio detalle logra dejar una profunda huella en el público expectante. Hablamos de arte hiperrealista o de la prodigiosa mano del artista dando total, pura y fascinante credibilidad a su obra, hasta el punto de que a esta solo le falta hablar y ponerse en movimiento.
https://www.instagram.com/p/BYLystUAFce/?hl=es&taken-by=michael_zajkov
Michael Zajkov
Asombroso es el trabajo del ruso Michael Zajkov, un artista que esculpe muñecas/os de forma absolutamente espectacular. No puede una apartar la vista sin dedicar unos cuantos minutos a analizar cada detalle de la obra. Magistral.
Rostros inquietantemente realistas abarrotan su perfil de Instagram, con cientos de miles de seguidores, donde podemos descubrir algunos de los entresijos de su laboriosa obra artística y sus exposiciones.
Riusuke Fukahori
Hiperrealismo entroncando con el mundo mágico de las ilusiones ópticas. Peces en pequeños estanques tan sumamente realistas que es imposible creer que ahí no haya agua ni peces. Por casualidad y en un momento de crisis e incertidumbre artística nació el proyecto más sorprendente y maravilloso de Riusuke Fukahori.
Juega con la profundidad y las capas, es metódico y organizado, como puedes comprobar en la web y los vídeos que muestran su gran trabajo. Las ganas de tocar con el dedo en el agua y comprobar que, efectivamente, no moja, son tan grandes como el talento descomunal del artista japonés.
Lee Price
La estadounidense Lee Price es una artista que también tiene la capacidad de dejarnos boquiabiertos. Los cotidianos momentos de relax que se producen en la bañera ocupan gran parte de su obra.
Como si de fotografías indiscretas se tratara, Price nos sumerge en la intimidad de un relajante baño acompañado de cereales, helados, comida japonesa u otras delicias. La dificultad de recrear el aspecto del agua y lo sumergido en ella es algo que no se nos escapa aunque no seamos expertos y de ahí que el hiperrealismo consiga dejarnos embobados.
Gregory Thielker
Igualmente embobados nos deja el artista afincado en Nueva York Gregory Thielker. Son especialmente llamativas sus pinturas de parabrisas mojados, unas veces empapados y otras apenas goteados. Así es la vida, a veces llueve a mares y otras apenas “pintea”.
Thielker nos hace reflexionar sobre la transparencia, lo que podemos llegar a ver a través del cristal y la experiencia global del viaje más allá del mero desplazamiento físico; en sus propias palabras, no sólo viajamos de un lugar a otro, vemos el paisaje de una manera variada y compleja. Las perspectivas se deslizan y se comprimen, mientras que las formas y los colores se fusionan.
Kamalky Laureano
Hiperrealismo o la realidad más sobrecogedora de la que podamos ser testigos, así es la obra artística del mejicano Kamalky Laureano. Realidad aumentada de la misma forma que la fotografía puede hacerlo, aunque de forma más asombrosa y rotunda. Kamalky Laureano nos deja absolutamente fascinados en cada uno de los trabajos que presenta.
Retratos donde cada poro estremece, cada pelo eriza la piel, cada brillo está afinadamente estudiado. Y en su espacio web una inspiradora frase con la que quiero cerrar este impactante, pasmoso y, en ocasiones, perturbador recorrido: el universo es la obra de arte más grande.
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