Katharine Hepburn y Spencer Tracy

Katharine Hepburn y Spencer Tracy: el amor en Hollywood

Siempre me encantaron las leyendas de Hollywood, las historias de amor legendarias entre las estrellas del cine por todo lo que tenían de mágico, de mito. Y mucho más si esas historias de amor se trasladaban a las películas o nacían en una, llegando a llenar la pantalla de esa química única que las convertiría con el tiempo en clásicos. Una de estas historias de amor que siempre me fascinó fue la de Katharine Hepburn y Spencer Tracy: ambos de fuerte y opuesto carácter; 9 películas y 26 años de relación prohibida hasta la muerte de él convirtieron su historia de amor en una de las más míticas de la historia del cine.

Ella, de familia bien, progresista y feminista, cuando conoció a Tracy en 1942 tenía 34 años, ya se había divorciado de un matrimonio de juventud, ganado un Óscar, corrían rumores de que era lesbiana y estaba incluída en la lista de ‘actrices no rentables’ de Hollywood tras varios fracasos en taquilla. Él tenía 41, y a principios de los 40 estaba considerado como uno de los mejores actores del momento. Tenía problemas con el alcohol, dos hijos de un matrimonio de casi 20 años con su amor de joventud y con la que ya no compartía ni residencia, pero sin formalizar el divorcio. Cuenta la leyenda que cuando se conocieron antes de rodar su primera película juntos (la feminista ‘La mujer del año’, George Stevens, 1942), Hepburn le dijo a él: “Me parece, señor Tracy, que es usted demasiado bajito para mí”. El productor de la cinta, Joseph L. Mankiewicz, encargado de presentarles, se adelantó a la respuesta de Tracy: “No te preocupes, Kate, Spencer te humillará hasta rebarjarte a su altura”.

 

Katherine Hepburn y Spencer Tracy

Katherine Hepburn y Spencer Tracy.

 

No se volvieron a separar, unidos, dice el biógrafo de ella, por su pasión por el chocolate negro. Fueron amantes durante más de un cuarto de siglo. Un secreto que todo el mundo sabía en Hollywood, pero que no se hizo oficialmente público hasta la muerte de la viuda de Tracy en 1983, cuando la propia Hepburn lo contó en sus memorias. Y es que Tracy nunca se separó de su mujer y, según la leyenda, Hepburn nunca se lo pidió y disfrutaba de ese gran amor sin necesidad de renunciar a su independencia, lo que fortaleció su imagen de mujer fuerte y moderna. A pesar de todo, Katharine Hepburn dejó de trabajar momentaneamente para cuidar de él en sus años de enfermedad, aguantó sus problemas con el alcohol y hasta los altibajos profesionales y su fuerte carácter (en sus memorias, Hepburn dice que una noche en la que trataba de acostarle borracho, éste le dio una bofetada y añadía: “Si le hubiera dejado, los dos habríamos sido desgraciados”). Nunca compartieron residencia, y aunque se adoraban nunca pudieron formar una familia porque él no quería abandonar a la esposa y a los hijos con los que coincidía muy rara vez. Un hombre complicado, una relación secreta ya que pocas veces se dejaban ver juntos, pero cuya química era inevitable cuando coincidían en pantalla. Y lo hicieron en 9 ocasiones.

Desde su primera película juntos, ‘La mujer del año’ (1942), donde ella daba vida a una fuerte mujer director de un periódico y él a su empleado, pasando por las maravillosas ‘La costilla de Adán’ (George Cukor, 1949) o ‘Su otra esposa’ (Walter Lang, 1957), hasta la última, ‘Adivina quién viene esta noche’ (Stanley Kramer, 1967), no hicieron más que construir la leyenda de su relación gracias a esas historias sobre la lucha de sexos, llenas de rápidos diálogos, peleas y apasionadas reconciliaciones.

 

Tracy y Hepburn en un momento del rodaje de 'Adivina quién viene esta noche'

Tracy y Hepburn en un momento del rodaje de ‘Adivina quién viene esta noche’.

 

Es justo en ‘Adivina quién viene esta noche’, una película de enredo en la que un matrimonio debe aceptar el matrimonio de su hija con un negro, donde de verdad se aprecia la intensidad de la relación. La salud de Spencer Tracy es muy débil y en la película ofrece un bellísimo monólogo sobre el amor sin barreras y contra el racismo ante la emocionadísima mirada de Katherine Hepburn. Tracy moriría 17 días después de terminar el rodaje de la cinta y Hepburn ganaría un Oscar por su papel en la película. Por expreso de la familia de Tracy, Hepburn no pudo acudir al funeral de Tracy, y la leyenda dice que nunca visitó su tumba.

 

Lucía Ros Serra

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