Eder Sánchez

Empezamos el año con ganas. Nuestra convocatoria de arte despierta en 2017 para darnos a conocer, en esta ocasión, al joven artista Eder Sánchez (Vitoria, 1991).

Licenciado en Arquitectura por la Universidad de Navarra, siempre sintió una inevitable atracción por el dibujo. Supuso, por ello, que debía estudiar arquitectura, aunque durante sus estudios en la universidad rechazó la parte más técnica para abrazar la más creativa y visual. Sus prácticas y parte de su trabajo siendo aún un estudiante los realizó en la India, lo que cambió la forma en la que el artista percibía el mundo y, en consecuencia, el arte, hasta el punto de que allí se instauraron las bases de su trabajo actual. Luego marchó a Londres para trabajar como artista 3D con la esperanza de buscar ese componente artístico que se encuentra en la arquitectura.

“Love”, 2016

Eder Sánchez podría haber seguido en la capital británica durante largo tiempo, pero, tras unos meses, nada de aquello iba con él; nada era suficiente. De la noche a la mañana dejó su trabajo y volvió a España para luchar por forjar su propia producción artística. Tenía algo dentro de él que necesitaba poder expresar.

“Empty”, 2015

Toda técnica es válida en la producción del vitoriense. La propia arquitectura, afirma, es un campo de completa expresión, aunque está creada con la finalidad de ser habitada y hacen falta años para ver los resultados materializados, una limitación que hay que tener en cuenta. Por el contrario, una imagen es rápida en su ejecución y puede ser fácilmente distribuida para que llegue al mayor número de personas posible en muy poco tiempo. Su objetivo en la actualidad son las potentes imágenes generadas por ordenador, que causan gran impacto en el ojo humano y que son todo un deleite para los sentidos. Y tienen mucho de arquitectura, pues las estructuras están milimétricamente cuidadas para llegar a una absoluta perfección.

“Hold”, 2016

Sus obras, aunque trabajadas por medio de la tecnología, beben de la pintura y la fotografía. En ellas, ni las figuras geométricas ni los paisajes existen; todo se crea desde cero. A pesar de ello, el resultado es puramente fotográfico, con un impactante aspecto realista que nos sumerge en el imaginario mundo del artista.

En conversación con el artista, nos dice que el arte es un equilibrio entre lo bello y lo espiritual. Una mezcla de partes visibles y no visibles, así como físicas y mentales. A día de hoy sigue madurando sobre la armonía de ambas partes y buscando la parte intangible del arte por medio de la belleza física. Ahora explora la posibilidad de trasladar su concepto artístico a una realidad física, y cuando nos habla de ello tiene en mente la escultura. De esto y mucho más hablaremos en futuras ediciones de la revista ATELIER, pero, mientras tanto, os dejamos con los links a la web y redes sociales de Eder Sánchez con la finalidad de que podáis indagar en su trabajo.

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