Diseño editorial: cuando la fotografía entra en juego
Volver de las vacaciones nunca ha sido tarea fácil. Personalmente, noto que cada vez me cuesta más reincorporarme a la rutina y a las obligaciones. Cada año que pasa siento más la necesidad de sentarme delante de una pantalla en septiembre para buscar imágenes de paisajes recónditos. Me sorprendo a mí misma soñando despierta planeando mi siguiente aventura. No obstante, ya es hora de ponerse las pilas y empezar (o mejor dicho, seguir) este mes con ganas. Así de soñadora os presento este post surgido a partir de esa búsqueda de fotografías personales, de viajes y de aventuras. Leyendo lo escrito, parece que esté encaminando este post hacia una recopilación de paisajes idílicos a los que me encantaría ir, pero va en una dirección totalmente opuesta. La trama se centra en el diseño editorial y en las posibilidades que nos brinda cuando lo combinamos con imágenes.
¿Qué tienen que ver las imágenes de viajes?, os preguntaréis. La respuesta, como viene ya siendo un clásico de mis posts, se puede resumir en una sola palabra: Behance. Y es que es en esta plataforma donde encuentro la inspiración necesaria para poder aprontar la vuelta a la rutina. Últimamente he observado y guardado gran cantidad de proyectos que utilizan estas fotografías de viajes o de proyectos personales como base para la creación de un pequeño libro o “Zine”.
He visto infinidad de proyectos que los propios artistas han maquetado jugando con sus propias imágenes, creando un “Zine” que recoge toda una experiencia personal. Es a partir de este momento donde os muestro diferentes ejemplos que ilustran una buena combinación entre diseño y fotografía.
Obviamente, esto va mucho más allá de jugar con nuestras fotografías personales. Estos principios se aplican a cualquier tipo de diseño editorial, como, por ejemplo, la maquetación de revistas o pequeños libritos informativos.
Muchos de estos proyectos explotan las imágenes hasta el límite, llevándolas a un territorio más parecido al diseño que a la fotografía. Como fotógrafa, hasta día de hoy siempre había defendido que las imágenes de un artista se han de respetar y no se han de modificar, ya que su voluntad ha sido crear esa pieza con unas condiciones determinadas. Pero, a medida que pasa el tiempo y mis ojos van viendo cada vez más y más proyectos creativos, mi punto de vista se ha visto ligeramente afectado.
Jugar con las imágenes
Hay veces que lo mejor que se puede hacer es romper con todo lo establecido y saltarse las reglas. A menudo nos encontramos con resultados inesperados cuando explotamos al máximo las posibilidades que nos brindan estas artes. Siempre que se respete la función y el significado de una imagen (y siempre que el artista dé su consentimiento) debemos lanzarnos a la piscina y mostrar nuestro lado más creativo e innovador. No obstante, en el diseño editorial se debe buscar un equilibrio entre las dos partes: diseño e imagen.
Trabajar por niveles
Para acabar, y entrando ya más en temas de diseño, he visto una serie de proyectos muy interesantes. Estos artistas juegan con diferentes capas para enseñarnos diversos puntos de vista dentro de una misma maqueta. Este recurso puede ser muy potente si se aplica bien, como los dos ejemplos que se muestran a continuación.
Después de todos estos ejemplos e ideas, ¿os animáis a crear un pequeño “Zine” con vuestras imágenes? Puede ser el empujón definitivo para perder el miedo a crear y empezar a explotar al máximo nuestra imaginación.
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