3 destinos para amantes de la fotografía
Nueva York con Steffen Böttcher
Pasaron 25 años desde su primera visita a Nueva York cuando el fotógrafo alemán Steffen Böttcher decidió volver a la Gran Manzana con un nuevo reto entre manos: capturar una de las ciudades más fotografiadas de una manera nueva.
“New York has always been and will be a wow city”.
Para el artista, Nueva York es esa ciudad en la que los sueños se hacen realidad y donde tienes la promesa de que puedes hacer cualquier cosa si trabajas duro para conseguirla. Así, paseó sin rumbo por la ciudad, ignoró sus atractivos turísticos y se dejó envolver por sus hábitos. Se adaptó tras largos días a una ciudad en la que buscaba encontrar todo aquello que vivió en su pasada visita y que ya no estaba.
Es difícil mostrar una visión distinta de esta ciudad, pero el artista lo consigue con su fotografía callejera, que no sabemos si está sacada directamente de la cámara o del subconsciente humano. El efecto borroso que utiliza en su obra nos evoca esa parte de la memoria que trata de recuperar la ciudad de hace 25 años y que, por más que lo intente, no volverá a ser igual.
Nueva Zelanda con Katharina Jung
Katharina Jung, fotógrafa alemana, se dio cuenta, una vez dejó su hogar, que ella misma era el suyo propio. De esta forma, se despojó de todo su dinero y pertenencias y empezó el que sería el viaje de su vida.
“En cada uno de nosotros existe ese enorme deseo de libertad, de buscar la felicidad, de tener una vida plena. Todo lo que tenemos que hacer es confiar, seguir las señales, abrir nuestros corazones y mentes y utilizar el poder que tenemos para crear la vida que estamos soñando”.
Lista para hacer realidad esa vida que quería, que cumplía sus deseos más internos, empaquetó sus pertenencias y se preparó para volar. ¿Hacia dónde? Las carreteras de Nueva Zelanda.
Katherine utiliza la fotografía para mostrar esa liberación, todos los sentimientos que estaban en su interior, cada detalle mágico de todos los momentos que vivió a lo largo de ese viaje. Paisajes de ensueño y personas con las que compartió momentos y sonrisas. Plasma la felicidad absoluta, la naturalidad, la tranquilidad y la serenidad con uno mismo. Amor por una vida libre de ataduras en la que cada uno se marca sus propios pasos y al ritmo que el cuerpo le pide.
“Dream on little dreamer, this is how it all begins”.
La Antártida con René Koster
René Koster, fotógrafo holandés, se levantó un día de la cama y decidió que tenía que llevar su interés por las expediciones más allá de la almohada, a la Antártida. Inspirado por el trabajo del fotógrafo australiano Frank Hurley, llevó su cámara al Polo Sur y viajó en el barco Bark Europe, construido en 1911, cuando tuvieron lugar las expediciones al desconocido continente.
Una expedición que llamó “Antarctica” y en la que navegó durante 11 días por la Península Antártida, Isla Decepción, Isla Trinidad, Isla Challenger, Isla Enterprise, Isla Cuverville, Isla Petermann y las islas Melchior. Una aventura que compartió junto a biólogos, investigadores, periodistas y amantes de la vida salvaje. A su lado escuchó el crujir del hielo de los icebergs y su barca fue seguida por orcas.
“Podíamos oír los gritos excitados de las personas que nos miraban desde el barco mientras en la barca estaba todo tranquilo y nadie se atrevía a moverse”.
El artista refleja en sus fotografía la belleza del vacío y la soledad de un lugar tan vasto como es la Antártida. Inmortaliza un pequeño viaje en el tiempo donde se olvidó de lo que era existir en el mundo moderno.
“Fue como entrar en un mundo completamente nuevo que tiene sus propias normas y voluntad”.
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