Fotografía y belleza desde las alturas

El mundo del arte está en constante cambio, eso no es nada nuevo. Aunque todos sepamos este hecho, es precisamente dentro del ámbito fotográfico donde encuentro que estos cambios ocurren a una velocidad mayor. Cada día se hacen avances que hasta hace unos años creíamos imposibles. Y, como consecuencia de ello, en cuestión de poco tiempo se hace realidad lo inimaginable.

Los drones son un tema muy actual dentro del mundo de la tecnología, y no es para menos. Si una cosa sabemos a ciencia cierta es que han entrado de forma arrebatadora en el ámbito de la fotografía digital. Además, parece ser que han venido para quedarse por una larga temporada.

 

Gabriel Scanu - Maroubra Beach

Gabriel Scanu – Maroubra Beach

 

Este verano tuve la gran suerte de poder contar con uno de ellos durante gran parte de mis aventuras. Debo decir que si de primeras puede parecer difícil manejarlos y ser capaces de componer una fotografía desde las alturas, es todavía mucho más difícil de lo que parece (o, por lo menos, así ha sido en mi caso).

Aun a pesar de todo eso, parece ser que a los siguientes fotógrafos no les cuesta tanto, aunque doy por hecho que habrán invertido muchas horas y habrán gastado una gran cantidad de baterías, vuelos e intentos para llegar a perfeccionar su técnica dentro de este ámbito de la fotografía digital.

 

Tobias (airpixels) - Icy Veins

Tobias (airpixels) – Icy Veins

 

Explorar diferentes paisajes y territorios desde el aire es todo un lujo para nuestros sentidos. Un lujo que, por suerte, está cada vez más al alcance de nuestras manos… ¡y de nuestra vista!

Es realmente sorprendente cómo, a partir de una altura relativamente corta, obtenemos una evasión tan grande del espacio que nos rodea. Ver paisajes desde las alturas es fascinante; si os encanta mirar por las ventanillas de los aviones sabréis de qué os hablo.

 

Karolis Janulis - Amadores, Gran Canaria

Karolis Janulis – Amadores, Gran Canaria

 

Tobias (airpixels) - Misty way

Tobias (airpixels) – Misty way

 

No hace falta volar tan alto como un avión para dejar de percibir elementos que nos rodean como tales. Desde alturas pequeñas podemos empezar a ver nuestro entorno como un conjunto de formas geométricas abstractas. A menudo no somos conscientes de la belleza que nos rodea hasta que aprendemos a observar desde un punto de vista diferente. La belleza de estos espacios puede proceder de su geometría o de su variedad de colores, entre otros.

Si os habéis quedado con ganas de más, no dudéis en visitar este post escrito por Tamara Álvarez. En él os habla sobre Bernhard Lang, un fotógrafo que no teme nada a las alturas. ¡Espero que os guste!

Anna García Serrano
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