+HUMANOS

+HUMANS, ¿hasta dónde somos capaces de llegar?

Barcelona está viviendo estos días una auténtica revolución. Hace tan sólo unas semanas se inauguraba +HUMANS en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), un recorrido por los avances más radicales que están modificando las sociedades y los cuerpos físicos que las forman. La exposición descubre al visitante artefactos de última generación que han hecho aparecer en escena a los cyborgs, programas que pretenden conservar a los seres más allá de la muerte o reflexiones sobre dónde estamos y hacia dónde nos dirigimos. Lo que traigo hoy es un repaso de algunos de los proyectos más impactantes que allí pude encontrar.

Uno puede quedarse algo frío al empezar a adentrarse en +HUMANS y comprobar que las primeras salas están repletas de productos de ortopedia con diseños futuristas que más bien parecen obras de arte. Cuando acaba la exposición se llega a dar las gracias por un inicio más calmado. La revolución tecnológica está en un punto tan elevado y desconocido para el ciudadano medio que la exposición puede llegar a dejarlo desorientado. Junto a los modernos brazos y piernas robóticas, la pieza audiovisual de Regina José Galindo Recorte por la línea (2005) mostraba a un cirujano plástico marcando el cuerpo desnudo de una mujer. El espectador se aterroriza a cada nueva línea que dibuja el médico sobre ella puesto que es inimaginable el grado al que llega el canon de belleza moderno. Los tobillos, los codos o la parte oculta tras las orejas son lugares a los que están llegando los bisturís para alcanzar el cuerpo “perfecto”. Ya nos advertía Orlan en los años 90 al someterse públicamente a operaciones estéticas: el futuro trae una necesidad obsesiva por la mejora física constante.

 

Regina José Galindo

Regina José Galindo

 

Unido a la cuestión del cuerpo y al surgimiento del concepto posthumano, se nos dirige hacia el replanteamiento del sexo. Las aplicaciones para encontrar rápidamente un compañero sexual son la punta de un iceberg gigante de lo que va a ser el sexo en el siglo XXI. Por ejemplo, una reproducción a escala de la Máquina orgasmática (2015) de Julijonas Urbonas nos propone unos habitáculos circulares en los que una pareja (o más personas, no se especifica) mantiene relaciones sexuales sometida a una fuerza de gravedad tal que consigue que su placer aumente. O la Teledildónica para relaciones a distancia, dos instrumentos para cada miembro de la pareja para, como su nombre indica, mantener una relación sexual en la distancia con las sensaciones de los genitales del otro. Eso sí, un instrumento para él y otro para ella, no sirve para parejas que vayan más allá del coito vaginal heterosexual. Y para acabar de consolidar la relación, el test de compatibilidad de ADN Instant Chemistry, a través del cual uno puede averiguar si encaja con su media naranja psicológica, neurológica o biológicamente. Al final, el sexo se convierte en un producto del capitalismo en el que se debe llegar al orgasmo como si de cumplir unos objetivos se tratara. «La cuestión es no parar. Porque si lo haces puedes pensar y eso, hoy en día, es peligroso.»

 

Julijonas Urbonas

Julijonas Urbonas

 

Para el final nos dejan lo mejor: la muerte. Si uno ya se había pasado la exposición entre angustiado y sorprendido por cómo puede ser su vida en los próximos cincuenta años, ahora le toca el turno al fin de todo. Cualquiera es conocedor de que los seres humanos estamos tendiendo a vivir más ya que la medicina permite que nuestra vida se alargue. Al mismo tiempo, estamos convirtiendo el planeta en un lugar tóxico en el que cada vez hay menos recursos y peores fuentes de alimentación. Es por ello que uno de los proyectos que se presenta en +HUMANS, El increíble hombre menguante (Arne Hendriks), tiene la intención de lograr que las personas se hagan poco a poco más pequeñas hasta llegar a los 50 centímetros para poder volver a adaptarnos al entorno en el que empezamos a evolucionar. Pero si uno ya está cansado de vivir, ¿por qué no probar la Montaña rusa eutanásica? Con un diseño perfecto, esta atracción permite marcharse de esta vida con una agradable experiencia. Una enorme caída lleva a un estado de euforia que tras unos loopings provocan la muerte del que se sube. Por lo menos se ofrece una muerte más digna que en muchos casos actuales. Tras la experiencia, se puede pasar por el último proyecto de la exposición, El más allá (2009), una bañera con forma de ataúd creada por James Auger y Jimmy Loizeau en la que se reducen los compuestos químicos del fallecido a baterías funcionales, demostrando que hay vida más allá de la muerte.

 

Julijonas Urbonas

Julijonas Urbonas

 

+HUMANS da para reflexionar durante horas. Podríamos haber hablado de Neil Harbisson, Moon Ribas y la Cyborg Foundation. O de trabajos del futuro como la polinización humana, puesto que las abejas están al borde de la extinción. O también de La máquina de ser otro, una experiencia que se puede vivir en la misma exposición, a través de la cual dos participantes pueden intercambiar sus cuerpos. El futuro es tan inconmensurable si se piensa tecnológicamente que puede llevarnos a lugares insospechados. Queremos superarnos a nosotros mismos constantemente. Eso sí, sin dejar de lado las raíces y aquella naturalidad que se supone que nos hace humanos. Intentar vivir entre estos dos mundos nos conduce, en palabras de Jameson, a la esquizofrenia.
 

Carlos Moya Gómez
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