Series a lo largo del tiempo (II): Girls

Desde The Lighting Mind seguimos con las recomendaciones seriéfilas centrándonos, esta vez, en una narración de nuestro presente: Girls. La serie creada por Lena Duhman se estrenó por primera vez el 15 de abril de 2012 y desde entonces solo ha ido mejorando.

Para quien no la conozca, Girls narra la historia de cuatro mujeres jóvenes viviendo en la ciudad de Nueva York. ¿La premisa de la que parte? Qué hacer después de la universidad, cuando el mundo deja de depender de lo que te rodea y empieza a depender directamente de ti. Las primeras experiencias laborales y comenzar una vida independiente se adaptan a la personalidad de cada una de ellas para ofrecernos diferentes formas de ver el mundo.

Girls.

 

Justamente, en esas cuatro personalidades diferentes es donde reside la genialidad de la serie. Cuatro caracteres que son como tsunamis que chocan uno contra otro en un intento por construir una amistad sólida –que pasa, en muchas ocasiones, por auténticas rivalidades–.

Pero lo más importante de Girls es que la forma en que aparecen definidas estas mujeres se debe al trabajo, precisamente, de una mujer. El tratamiento al que las someten es verdaderamente feminista, hecho bastante novedoso en el panorama de las series actual –con grandes excepciones, eso sí–.

Tal y como comentamos, la serie Girls representa lo que para mí es el feminismo: una habitación propia. Representa un espacio de comediatristezaamor (de todo tipo) donde las mujeres pueden pensar «vale, igual no estoy loca, igual esto también les pasa a las demás».

Girls nos ha dado la oportunidad de no sentirnos solas, nos ha ayudado a tratar tabúes mal llamados femeninos como la depilación o las relaciones tóxico-románticas. Además, la serie muestra a mujeres que no son necesariamente feministas en los primeros capítulos, porque lo cierto es que el feminismo es algo que se aprende, ya que, por desgracia, no se nace con ello. Aunque hoy en día eso empieza a cambiar, somos muchas las que nos hemos sentido identificadas con cada una de las mujeres protagonistas en cada uno de los errores que han ido cometiendo. Y eso hace que el público conecte inmediatamente con ellas, de ahí que no interesen cuatro mujeres perfectas, sin problemas laborales o sentimentales, y cuya fortaleza mental les hace disfrutar de una vida totalmente plena. No, esa vida se ha ido construyendo a lo largo de las seis temporadas que ha durado esta serie.

Aquí os dejo el enlace a uno de los mejores capítulos que ha dado Girls. A pesar de ser el tercero de la sexta temporada, se puede ver de manera totalmente independiente sin sufrir ningún spoiler. Merece la pena.

Girls nos ha enseñado también a querer a nuestras amigas, porque en ocasiones nuestras amigas son lo único que tenemos para escapar. Esta serie se caracteriza por no edulcorar la vida real de ninguna manera, y de ahí que muestre los comportamientos que se dan en la amistad como algo muy difícil de sobrellevar en muchas ocasiones. Nuestras amigas pueden ser egoístas, manipuladoras y unas auténticas cabronas. Pero en eso consiste una enseñanza cultural que parta de la teoría feminista para luchar por esa amistad que merece la pena mantener señalando los comportamientos que se necesitan cambiar.

 

Girls.

 

Sin embargo, después de lo que hemos comentado a lo largo del artículo, Girls no es una serie “para mujeres”, especialmente porque no existen series para mujeres. Los personajes masculinos guardan una gran importancia y también evolucionan a lo largo de los capítulos. Estoy convencida de que muchos hombres disfrutarían viéndola, aprenderían mucho y también se sentirían identificados con las cuatro mujeres protagonistas.

Por eso, lectores, es la hora de sacar la chica que lleváis dentro.

Mamen García García
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