Hedwig cantando.

Top 10 de películas para ver después del Orgullo LGTBI

El mes de junio es un mes dedicado al movimiento LGTBI, entre otras cosas, debido a los disturbios que se produjeron en Stonewall Inn en 1969, cuando, después de muchos altercados con la policía, muchas personas transgénero, travestis y homosexuales decidieron decir basta, con las consecuencias que supuso aquel acto de rebeldía.

Últimamente, debido a las numerosas manifestaciones en todo el mundo, el colectivo LGTBI ha tenido una visibilidad imponente en los medios de información y, por consiguiente, cada vez estamos más cerca de adquirir una conciencia social general de las diversas problemáticas de este colectivo.

Es por ello, además de que llevaba tiempo pensando en escribir un post de este tipo, por lo que voy a hablar de mi Top 10 de películas LGTBI. Son películas que podemos ver a lo largo del año, y así nos acordaremos más fácilmente de que la lucha, hoy en día, sigue siendo necesaria. He de decir que son películas que tratan, de una forma u otra, la temática LGTBI, y que no tienen por qué ser dirigidas o producidas por personas que pertenezcan al colectivo, y, por supuesto, nos dejaremos muchas en el tintero. También intentaré que no sean las típicas películas que se toman habitualmente como referentes para que este post no sea una copia a otros que se hayan escrito en otros medios.

Carol, 2015

Carol charla con Therese.

Fotograma del film Carol

Ambientada en los años 50, trata sobre una relación clandestina entre dos mujeres. El transcurso narrativo, tratado muy delicadamente, nos conduce a través del conflicto que tiene Carol con sus problemas con la sociedad, en especial con su marido, por partida doble: por ser mujer y por ser lesbiana.

En este film nos damos cuenta de que hace relativamente poco tiempo cualquier tipo de sexualidad fuera de la norma era condenada a la clandestinidad o al rechazo directo. De esta situación, surgirá años después aquello de “la intimidad como acto político”.

Hedwig and the angry inch, 2001

Hedwig en una actuación.

Fotograma del film Hedwig and the angry inch

Hedwig es una chica transexual exiliada en la Alemania nazi que tuvo que someterse a una operación genital atroz para poder coger un avión y viajar a Estados Unidos para buscarse la vida. Consigue rehacer su vida y cumplir su sueño de montar un grupo de rock, aunque sus relaciones sentimentales se van a tener que reducir al afecto y al compañerismo, debido a la incapacidad de tener relaciones sexuales.

Esta película musical trata sobre la situación precaria, vista desde un punto de vista más o menos grotesco, en la que Hedwig tendrá que enfrentarse a los problemas que supone su identidad en la sociedad, cuya consecuencia principal es que sus representantes y las discográficas no confíen en ella para lanzar de forma masiva su trabajo.

Stonewall, 1995

Los personajes principales del film Stonewall.

Fotograma del film Stonewall.

Esta película se ha tomado muchas veces como referencia para conocer qué sucedió en los disturbios de Stonewall Inn, un local de ambiente neoyorkino, aquel 28 de junio de 1969. En esta película, que nos recuerda un poco al estilo de John Waters, destaca la figura de Sylvia Rivera, una de las más importantes activistas transgénero que se involucraron en estos disturbios que marcaron un antes y un después.

Posteriormente, en 2015 se estrenó un remake, película en la que, curiosamente, no se menciona suficientemente la aportación y el protagonismo de las personas transgénero, de las travestis y de las personas afroamericanas que participaron en aquellos disturbios. Así que yo recomiendo la versión primigenia que fue, además, la última película dirigida por Nigel Finch antes de fallecer debido a enfermedades derivadas del sida.

C. R. A. Z. Y., 2005

 

Zach en su habitación escuchando a David Bowie.

Fotograma del film C.R.A.Z.Y.

Esta película canadiense trata sobre las relaciones familiares en torno a Zac, un chico gay que no quiere aceptar su sexualidad. Se muestra la vida de la familia y todos sus problemas desde el nacimiento de Zac hasta su juventud, en un marco contextual que coincide con la década de los 70, mediante la canción Crazy de Patsy Cline a modo de hilo conductor. La de los 70 fue una década donde proliferó la lucha del Gay Power por el espacio social que les pertenecía, así como numerosas agresiones al colectivo.

Es muy interesante ver cómo se trata la relación entre la homosexualidad y la religión. Aquí se muestra una familia creyente y practicante, aunque no de forma ortodoxa. Se puede observar fácilmente cómo la religión ha ocupado gran parte de la mentalidad social durante muchísimos años y cómo, con el surgimiento y empoderamiento de nuevas orientaciones o identidades, esta mentalidad se quiebra y la sociedad en general cae en un solipsismo.

Shortbus, 2006

Espectáculo del Shortbus.

Fotograma del film Shortbus

Shortbus es un local neoyorkino donde la sexualidad y el respecto están presentes en todo momento. Una sexóloga, Sophia, que no consigue llegar al orgasmo llega, por recomendación de dos clientes gays, para redescubrir el amplio espectro de la sexualidad, gracias a Severin, una dominátrix. De ahí surgirán problemas entre ella y su pareja, y el pasado tomará una importancia vital en el transcurso de la película.

En este film se entremezcla el pasado de lucha en la ciudad de Nueva York, con el presente de la década de los 2000, donde la libertad estaba supeditada a espacios cerrados y a locales de ambiente, y donde el exterior continúa siendo un espacio opresor, en el que se confunde la libertad con una discriminación latente.

La vida de Adèle, 2013

Adèle y Emma en una manifestación.

Fotograma del film La vida de Adèle

Esta película supuso un antes y un después tanto en el cine francés como en la situación del colectivo LGTBI en Francia. Trata sobre la relación entre Emma y Adèle, ambientada en etapas de gobiernos conservadores durante los años 90 y los años 2000 en Francia, donde la conexión entre el mundo de la intimidad y el mundo de la exterioridad confluyen y mantienen una estrecha relación.

Se pone de relieve en esta película que las relaciones lésbicas funcionan de la misma forma que las relaciones heterosexuales o las relaciones gay, y que no hace falta el coito para mantener relaciones sexuales o para perder la virginidad. El hombre no tiene porqué ser el centro de la sociedad, y este es un aspecto que me llama especialmente la atención de este film.

Viva, 2015

Jesús tomando el aire en el balcón de su casa.

Fotograma del film Viva

Jesús es un joven cubano huérfano que trabaja de peluquero para las vecinas mayores del barrio y arreglando pelucas para un local de ambiente travesti de La Habana. Su gran sueño es convertirse en una diosa del espectáculo alternativo habanero, Viva, y cuando por fin lo consigue, se topa con su padre, un exboxeador alcohólico, agresivo y homófobo. Será entonces cuando Jesús tendrá que elegir entre ser él y cumplir sus sueños, o aprovechar este momento de su vida para reconciliarse con su padre, hasta ahora desaparecido.

El mundo LGTBI en Cuba forma parte de un universo paralelo que no tiene conexión ninguna con la sociedad. La situación crítica de los cubanos con el régimen castrista, y la pobreza, en algunos casos extrema, causan estragos en las personas LGTBI, llegando incluso a la prostitución, y esto se refleja a la perfección en esta película. Es curiosa la sensibilidad de Paddy Breathnach con la que trata a estos personajes, evitando lo grotesco y lo superfluo.

Solo el fin del mundo, 2016

Louis preocupado y triste.

Fotograma del film Solo el fin del mundo

La última película de l’Enfant Terrible de Cannes, basada en una obra de teatro, trata sobre la enfermedad terminal que padece Louis, un escritor homosexual de unos 30 años, y la necesidad de anunciárselo a su familia, después de un largo tiempo sin haberlas visitado. La falta de comunicación, entremezclada con una ola de calor, inusual en Canadá, hará que de un momento a otro surjan los desencuentros entre cada uno de los personajes.

En esta película, llena de metáforas visuales y de canciones que intervienen en el transcurso narrativo, y a su vez, lo completan, los personajes dicen más por lo que callan que por lo que dicen. La homosexualidad está tratada con una normalidad casi exquisita, con los resquicios de microhomofobias que padecen las personas que conforman el colectivo, por parte de las personas de su alrededor. Me gusta esta película, en torno a la cuestión de la temática LGTBI, ya que se puede hablar de muchas otras cosas a parte de la homosexualidad del personaje.

Just a normal person, 2015

Sam bañándose en la playa.

Fotograma del film Just a normal person

Este documental sueco trata sobre el seguimiento cotidiano desde la infancia hasta la graduación en el instituto de Sam, un joven transexual. Este documental, mediante una perspectiva amena y humana, trata como Sam debe enfrentarse a la sociedad debido a su identidad sentida y a la discriminación diaria que sufre por el hecho de sentirse hombre.

Me llamó especialmente la atención este film por la forma de tratar el tema del transgénero, con la intención de despatologizar al máximo esta cuestión, intentando evitar de forma directa el dramatismo y el melodrama excesivo. El colectivo transgénero sufre mucho, pero al fin y al cabo son personas como cualquier otra. Lo único que pretende Sam es que lo traten como una persona normal y corrienteJust a normal person.

5 dances, 2013.

Théo, Chip y Anthony en el ensayo.

Fotograma del film 5 dances

Se trata de una película estadounidense que abarca la discriminación homófoba, además de la discriminación en el ámbito artístico, algo que no se suele ver habitualmente. La historia se narra generalmente en espacios cerrados, que son más liberadores que los espacios abiertos, donde dos chicos y dos chicas ensayan una pieza de danza, dividida en cinco partes que marcarán el transcurso del relato entorno a las relaciones y las historias de estos personajes.

Esta película me parece muy especial porque muestra a la perfección las dificultades a las que se enfrentan los bailarines para encontrar trabajo, así como los obstáculos físicos que deben superar día a día. Además, Chip, el personaje principal, descubre su sexualidad, aún a pesar de las presiones de su madre, figura opresora y autoridad familiar, a modo de símbolo de la idea tradicional de familia, que está presente en todo el relato, pero nunca aparece físicamente.

Gustavo Pérez Colomer
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