Alcublas, un pueblo tejido por mujeres

El pasado 6 de agosto dio comienzo en el pueblo de Alcublas, en Valencia, la exposición urbana del trabajo realizado por la Asociación Atenea de las Amas de Casa de Alcublas denominada Hilando Vidas, comisariada por Mª José Cabanes Sanz, que consiste en la muestra de trabajos de costura y punto realizadas por las amas de casa de este pueblo de Valencia. Y qué mejor lugar para exponerlo que en las calles de Alcublas, al aire libre. Lo cierto es que este acontecimiento cultural ha sido un gran descubrimiento, ya que mujeres de distintas edades han trabajado conjuntamente en un proyecto artístico feminista y ecologista de carácter urbano. No tuve la ocasión de ir a ver esta exposición de arte de calle, pero sí mis padres, y puedo decir en nombre de ellos que es muy recomendable ir y echar un vistazo.

Este proyecto de arte urbano da cuenta del duro trabajo de tantas y tantas mujeres a lo largo del tiempo, y que nunca ha tenido nombre y apellidos. Este duro esfuerzo traducido en emociones, sentimientos y numerosos tejidos y colores cubre Alcublas, acompañados de poesías compuestas por Ascen Martínez para la ocasión. El proyecto Hilando Vidas se compone de 8 instalaciones: Juventud-amor-ilusión-preparación del matrimonio, Maternidad, Conciliación familiar, Crianza de los hijos, Estereotipos femeninos, Violencia de género y Figura matriarcal. Podemos ver en cada agrupación temática grandes mantos de colores sobre este pueblo valenciano hechos con punto de cruz o patchwork colgados de los balcones de las casas, árboles enfundados con telas o con punto, o collages enormes colgados de las fachadas de algunos edificios.

 

Hilando vidas. Personas disfrutando de Hilando Vidas, exposición de arte urbano realizado por las Amas de Casa de Alcublas.

Personas sentadas en un banco acompañadas del trabajo de las amas de casa. Fotografía de Carlos Ribes.

 

Ha sido un trabajo que deja a un lado las diferencias generacionales, ya que mujeres de 30 años y otras más mayores se unen en este proyecto para tejer el pueblo. Se puede observar que ritos adjudicados históricamente a las mujeres, tengan la edad que tengan, como la maternidad, el cuidado del hogar, la limpieza, la administración del sueldo del hombre de la casa o algunos empleos que desde siempre han adoptado las mujeres y no los hombres, toman importancia en esta exposición urbana dando luz a un trabajo inmerso en la oscuridad.

Es aquí donde toma gran relevancia la maternidad, ese acto que siempre ha cumplido la mujer y nunca el hombre. La mujer menstrúa una vez cada mes, y ha de engendrar a su niño o niña si desea tener un hijo en un embarazo de 9 meses, con su correspondiente parto. Además, una vez nace el bebé, la mujer es quien lo amamanta, quien lo cuida, y quien muchas veces se desvela por su hijo o hija. Es un rito que biológicamente adopta la mujer, pero que nunca ha sido valorado y mucho menos apreciado.

Por lo tanto, tejer o hacer punto ha sido una forma de evasión y diversión para aquellas mujeres que han tenido que cuidar de sus hijos y de su casa o han tenido que mantener un trabajo precario a la vez que cumplían su función dentro de casa. Es decir, era y es para ellas una forma de alejarse de ese rol reproductivo que la sociedad del patriarcado ha asignado siempre a la mujer, y adoptar también el rol productivo, que la sociedad patriarcal ha hecho que adopte el hombre (que no cualquier tipo de hombre, sino aquel que cuadra con el estereotipo de macho y masculino).

 

Hilando Vidas, exposición de arte urbano realizado por las Amas de Casa de Alcublas, que en este momento colocan una de las obras principales.

Amas de casa colocando una de las obras principales de “Hilando Vidas”. Fotografía de la Asociación Atenea de las Amas de Casa de Alcublas.

 

Una mujer involucrada en la exposición decía que esta experiencia “es una forma de homenajear a todas las mujeres, ya que nunca se les ha valorado lo suficiente. Este es un proyecto para todas ellas, sean como sean, trabajen donde trabajen y trabajen como trabajen”. De esto podemos extraer que aún es necesario dar visibilidad a estas mujeres, porque sigue existiendo un machismo de base, una sociedad patriarcal que impide a las mujeres estar al mismo nivel que los hombres.

Carlos Ribes y Javier Civera han sido los encargados de fotografiar y filmar todos los momentos más importantes de la inauguración del pasado 6 de agosto. El hecho de que los hombres se involucren en un proyecto que trata sobre el empoderamiento de las mujeres es significativo, ya que quienes deben adoptar el feminismo como forma de respeto a la diversidad y como forma de vida son, sobre todo, los hombres. Sin los hombres, no hay lucha feminista que valga. A continuación os dejo un reportaje realizado por Javier Civera que retrata las experiencias vividas por estas mujeres luchadoras. Para acabar, parafraseo a Luz Casal: “Sentir que aún queda tiempo para intentarlo, para cambiar tu destino. Y tú, que vives tan ajeno, nunca ves más allá de un duro y largo invierno.”

 

Gustavo Pérez Colomer
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