4 fotógrafos con los que esperar el autobús
Hay una chica pelirroja preciosa a la cual no puedo parar de mirar, una pareja discutiendo y otra reconciliándose, una señora mayor mirando fotografías de su nieto, un grupo de universitarias absortas cada una en su mundo y un empresario que quizás sólo se permita dormir tranquilo durante el trayecto en autobús.
Cualquiera podría pensar que es el escenario perfecto para un fotógrafo de street photography, y, de hecho, así lo ha sido para algunos. ¡Coged asiento que salimos!
Travis Hugget
En la primera parada nos encontramos a Travis Huggett, fotógrafo neoyorquino nacido en Rhode Island y graduado en fotografía. Especializado en retrato, publicidad y fotografía de moda y con una obra exhibida en ciudades como Nueva York, Boston y Connecticut, además de publicada en revistas como Vanity Fair.
¿El proyecto que nos trae? “Last Night at the Bus Stop“. Y es que así fue como empezó, sentado esperando el autobús, mientras observaba una chica a través de una ventana entelada. Allí sentado se dio cuenta del potencial de ese instante, de la poesía que emanaba la escena. Así fue como dejó de esperar autobuses para esperar a pasajeros anónimos.
Sus fotografías se caracterizan por estar hechas durante la noche para, tal y como afirma el artista, jugar con el contraste entre la iluminación de la calle y la del interior del autobús, ya sea en blanco y negro o a color, creando escenas misteriosas en la penumbra.
En cada escena no sólo fotografía a un pasajero, sino que captura las ganas de llegar a casa, el cansancio, la soledad… La gente absorta en sus pensamientos; unos pensamientos que, de algún modo, puede llegar a verse.
La curiosidad de este proyecto —que incluso sorprendió al mismísimo artista— es la poca preocupación de la gente cuando se da cuenta de que está siendo fotografiada. Apunta que quizás sea debido a la hora a la que realiza sus fotografías, cuando los pasajeros se encuentran de camino a casa tras un largo día de trabajo. Algunas veces recibe sonrisas o caras de desdén, e incluso unas chicas jóvenes empezaron a hacerle fotos a él. Pero nadie nunca ha bajado a preguntarle qué demonios estaba haciendo. ¿Aquí sería igual?
Nick Turpin
Pasamos de la gran manzana a las calles londinenses de la mano del fotógrafo británico Nick Turpin, graduado en múltiples disciplinas como son el arte plástico, el diseño, la fotografía y el cine.
En este caso, para su proyecto “Through a Glass Darkly“, el artista también prefiere fotografiar durante la noche, pero no cualquiera, sino las de los fríos meses de invierno.
Así pues, los pasajeros pasan a ser anónimos detrás de esa capa de vaho que vela las ventanas, alejándose de esta manera de la idea de voyeur, pasando a dotar de más intimidad a la escena. En todas sus fotografías se aprecia una importancia del color, del contraste entre el frío y el calor, que nos transporta a una noche de lluvia mirando a través de la ventana.
Turpin, en oposición al anterior, no interacciona con los pasajeros; de hecho no lo llegan a ver, ya que el fotógrafo captura las escenas desde un sitio elevado con su teleobjetivo.
¿Y el porqué de todo? Inmortalizar el pequeño trayecto en el cual los pasajeros pasan de una personalidad a otra, de la oficina a casa, de estar agobiado por el trabajo a sentarte en el autobús y pensar en esa pareja que te está esperando en el sofá.
Zhang Jia Wu
A Zhang Jia Wu, fotógrafo chino, le puede la curiosidad y decide contarnos historias tanto desde fuera del autobús como desde dentro del mismo.
Zhang nos transporta a la escena de una película en la cual el pasajero que fotografía es el protagonista. Sus imágenes se caracterizan por la importancia de las acciones de los personajes y de las historias que llevan a sus espaldas.
Con el artista se desvelan los misterios del “quién será” y “qué pensará”, aunque el final del relato nunca está escrito.
Julien Tatham
Última parada del trayecto, nos bajamos del autobús y nos quedamos esperando con “Us Stop” de mano del fotógrafo francés Julien Tatham, que, además, es director de cine y artista visual.
Tatham se sitúa tras los cristales traslúcidos y captura la escena con su teléfono móvil. Sí, habéis leído bien. El artista decidió realizar este proyecto de tal manera que pudiera ir muy ligero a la hora de tomar las fotografías. Una muestra más de que la cámara no hace al fotógrafo, ¿no?
El fotógrafo nos revela lo extraordinario de lo ordinario en los espacios públicos, concretamente en las paradas de autobús. Y, en este caso, ni el contraste, ni los colores, ni el fotografiado son relevantes, sino que lo son los detalles de la vida cotidiana. Y no hay nada más cotidiano que esperar el autobús en busca de un nuevo día o de una nueva oportunidad.
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