Emily Soto, la delicadeza hecha retrato
No es fácil encontrar el camino correcto entre las miles de posibilidades que hay. No puedes saber si lo estás haciendo bien o mal, si va a valer la pena o si deberías haber renunciado a ello hace mucho tiempo. Pero de eso se trata, de continuar aprendiendo; de disfrutar del viaje, al fin y al cabo. Hoy os traigo una artista que decidió dejar atrás el miedo y arriesgar, construyéndose a sí misma y a su negocio de la nada.
Emily Soto es una fotógrafa residente en Nueva York y entregada principalmente a la fotografía de moda, aunque también a sus proyectos personales, como son sus propias acciones de edición y los workshops que realiza en los cuales ayuda a sus asistentes a ganar conocimientos y confianza en sí mismos para conseguir sus aspiraciones fotográficas.
Ha recorrido Estados Unidos, Europa, Australia, Asia y Canadá; se ha encargado de portadas de múltiples revistas como Nylon, Elle o Allure, entre otras; Condé Nast, Random House Publishing o Alexandra Grecco están entre su lista de clientes; y tiene tres exposiciones en solitario, como la Petzval Portraits | Bloom para la Lomography Gallery. Emily Soto ya ha enamorado a más de 700.000 personas en Facebook, y debe haber muchas más.
Nneoma, Emily Soto
Todo empezó seis años atrás en California de la mano de su marido Vic, otro amante de la fotografía. Artísticamente, hubo dos puntos de inflexión en su carrera: decidir no aceptar cualquier proyecto que no estuviera bien organizado y con el que se sintiera a gusto, lo que la hizo crecer tanto personal como profesionalmente, y descubrir el que sería uno de sus mayores referentes, Paolo Roversi, uno de los grandes fotógrafos de moda italianos, el cual la llevaría a dar el siguiente paso en su trayectoria, es decir, centrarse en ampliar sus conocimientos de técnicas de iluminación en estudio.
A partir de ese momento, la artista emprendió un proceso de desarrollo de su estilo propio que transcurrió en los siguientes cuatro años. Fueron necesarios dedicación y esfuerzo para llegar hasta donde está ahora, para llegar a crear fotografías llenas de romanticismo, feminidad y delicadeza. Una búsqueda de historias tras esos rostros y miradas, un encuentro con un desenfoque cuidado hasta el mínimo detalle y una luz suave que resultan en retratos de ensueño.
Bloom, Emily Soto
Durante el año 2013, la fotógrafa empezó a experimentar con película y, tal y como afirma, “no hay nada más emocionante que una buena polaroid y la sensación de esperar los resultados”. Dice también preferir la fotografía analógica por la necesidad de tomar la imagen definitiva a la primera.
Por otro lado, las redes sociales han jugado un papel importante en la carrera de Soto, ¡sólo hay que verlo! Para ella ha servido como conexión con otras personas apasionadas por la fotografía.
“If only one person clicks on a link or checks out my work, if it’s inspiring to them, then it’s worth my time.”
Campaña para Leanne Marshall, Emily Soto
Para finalizar, me despido con dos consejos de mano de la fotógrafa:
- “Tu camino puede ser diferente, pero la cosa más importante es salir fuera y hacerlo, hacer algo, cualquier cosa”.
- “Generalmente me gustan las cosas seguras. Pero he aprendido que no puedes crecer sin intentarlo y sin el inevitable rechazo que conlleva. Ya sea conseguir un nuevo cliente, agencia de modelos, revista… No tengas miedo de preguntar, ya que nunca sabes quién dirá que sí y hacia dónde te llevará”.
Así que ya sabéis, todo gran final tiene un comienzo pequeño. Y quizás éste empiece pasando de decir “no” a decir “sí”.
Hannah, Emily Soto
Helena, Emily Soto
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