Slow Art Movement, el arte como experiencia
Slow Art Day creó un espacio para ver cosas nuevas en las obras que había visto muchas veces antes.
Es la alegría de Chagall que se queda conmigo.
Bishop’s Palace and Chichester Cathedral.
Tuvimos un maravilloso Slow Art Day en el HAM Helsinki Art Museum. Las personas que ocupaban los espacios de la galería grande dibujaban sobre un papel enorme en conjunto, algunos incluso durante horas.
Helsinki Art Museum.
Nunca antes he hecho nada como esto. Me senté muy quieto y tiempo después empecé realmente a mirar, fue grandioso. Algunos de los retratos estaban muy detallados y otros parecían más simples, pero cada uno de ellos era interesante. Podría haber pasado allí más tiempo.
National Portrait Gallery Canberra.
Estos son algunos de los comentarios que dejaron los participantes en el Slow Art Day después de vivir esta nueva y revolucionaria forma de observar una obra de arte.
Jeffrey y Lisa Smith, dos científicos prominentes en el campo de la empirical aesthetics, observaron a los visitantes en el Metropolitan Museum of Art de Nueva York y registraron el tiempo que pasaron viendo seis obras maestras del arte. La respuesta equivale a 17 segundos por obra (Smith & Smith, 2001). Aunque, teniendo en cuenta nuestro corto intervalo de atención y los frecuentes estímulos que nos rodean, 17 segundos puede parecer para algunos un intervalo muy largo. En cualquier caso, en los últimos años, el Slow Art Movement ha tratado de calmar el ritmo de nuestra experiencia visual del arte y cambiar la forma en que nos acercamos a él.
Al igual que el movimiento Slow Food, el Slow Art Movement se basa en la premisa de que un espectador debe disfrutar de las obras de arte de una manera consciente y deliberada en lugar de simplemente atiborrarse de imágenes. Phil Terry concibió la idea en 2008, cuando pasaba horas en el Jewish Museum de Nueva York ensimismándose principalmente en dos pinturas abstractas, Fantasia de Hans Hoffman y Convergence de Jackson Pollock. Un año más tarde, 16 museos iniciaron un Slow Art Day oficial. En este evento, los visitantes se registraron para ver cinco obras de arte pasando 10 minutos con cada pieza y fueron invitados a encontrarse más tarde para el almuerzo y hablar de la experiencia. Desde entonces, más de un centenar de museos y galerías han participado en lo que en 2015 se ha convertido en un evento anual, el Slow Art Day. El objetivo de los organizadores es que el espectador pueda contemplar el arte y disfrutar de una experiencia sensorial parecida a un momento de meditación. Quieren que el público pueda mirar a la obra en sí en lugar de gastar tiempo leyendo las informaciones, como las notas impresas al lado de una obra.
Otros han seguido y ampliado la noción de una deliberada experiencia del arte, aunque no corresponde exactamente a los principios de los partidarios del Slow Art Movement. Por ejemplo, artnet.com ha mostrado “Strictly Critical Videos” en el que Blake Gopnik y Christian Viveros-Fauné, dos apreciados críticos de arte, se centran durante una hora en una obra (cada vídeo muestra sólo 5 minutos de su análisis). Hasta el momento, han pasado tiempo mirando un Pollock, un Vermeer y, más recientemente, varios trabajos en la retrospectiva de Jeff Koons en el Whitney Museum of American Art. Como era previsible, estos dos críticos de arte no se adhieren a los principios del Slow Art Movement simplemente estando de pie delante de una obra de una manera contemplativa o trascendental. En su lugar, pasan su hora considerando la obra en el contexto de la historia del arte y, por lo tanto, comunicando una serie de informaciones. En otras palabras, los críticos Gopnik y Viveros-Fauné hacen exactamente lo contrario de lo que sostiene el Slow Art Movement, utilizando su vasto conocimiento para determinar el significado de una obra de arte. Y cuando una obra se considera de esta manera, es fácil comprender cómo dos personas con conocimientos pueden pasar una hora hablando de un cuadro en particular, ya que puede haber mucho que decir con respecto a la importancia cultural e histórica de una obra.
La distinción entre el Slow Art Movement y los Strictly Critical Videos capta el contraste entre el visitante de un museo, que mira el arte para una experiencia sensorial y emocional, y el experto en arte, que se centra en el aspecto conceptual de una obra. De acuerdo con los principios del Slow Art Movement, también la experiencia técnica debe evidenciar las sensaciones, el conocimiento y las emociones. Es decir, una obra debe ser considerada por cómo involucra a toda nuestra psique. Por lo tanto, para cada obra nos parece interesante absorber su calidad visual y generar emociones a través de ella. El Slow Art Movement fomenta a los visitantes de museos a pasar más tiempo contemplando obras de arte de forma selectiva.
Sin embargo, la experiencia no debe detenerse ahí. Con el fin de considerar la naturaleza conceptual de una obra es vital tener unos conocimientos de fondo, que pueden venir de un conocimiento previo, una tarjeta puesta cerca de una obra de arte o cualquier otra información disponible, tal vez información sobre las paredes de la exposición, una audioguía, un profesor (o un amigo bien informado) o incluso la información obtenida mediante el smartphone.
Al final, nuestra experiencia visual puede ser más emocionante cuando nuestros sentidos, el conocimiento y las emociones están al máximo nivel. Raramente una obra de arte captura por completo nuestra atención hasta el punto en que no hay nada más que nosotros y la obra. Además de estos momentos sublimes, cada vez que visitamos un museo, vivimos una experiencia de aprendizaje (es decir, conceptual) y/o “estética” (es decir, emocional).
¿Qué podemos aprender de las nuevas obras de arte? ¿Cómo puede una obra colocarse dentro de la historia del arte? ¿Qué está intentando decir el artista? Compartiendo estas cuestiones conceptuales con los demás, nuestra experiencia visual puede ser también un evento social emocionante. Observar, aprender y probar emociones, esas deben ser las características de nuestra experiencia artística ya sea en un museo, en el exterior o en la web, así que, la próxima vez que encontremos algo que nos guste o nos parezca interesante, tomémonos un tiempo para considerar el porqué.
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apasionante sugerencia………para lograr el disfrute del arte ! GRACIAS
Excelente explicación del movimiento y excelente reflexión sobre la forma de apreciar el arte, en i opinión lo que más cuesta y a la vez lo más excitante es aprender a mirar, eso se consigue de forma muy sencilla a base de ver, ver , ver y ver. museos, galerías, obra, libros, videos
Aunque las redes son un buen lugar yo apuesto siempre por tener la vivencia con la obra en directo. Aunque te informes de ella en las redes con blog como el tuyo y el mío. Me ha encantado, me gustaría conocerte y si acaso colaborar, te invito a conocer El faro de Hopper
Sai che ho visuto in Toscana? meravigliosi tempi
Leticia